Conference League | El Real Betis languidece y dice adiós a Europa
El Real Betis se despide de la Conference League tras cosechar un insuficiente empate ante el Dinamo Zagreb. Los verdiblancos, que volvieron a cuajar un partido gris, lograron adelantarse en el marcador, pero no fueron capaces de completar la remontada ante un cuadro croata que, sin hacer nada del otro mundo, acabó imponiendo su mayor constancia.
La sombra de Isco es alargada. Desde que el malagueño cayó lesionado (ante el Getafe, el 4 de febrero), el fútbol del Real Betis ha perdido chispa. Sin el mediapunta, el cuadro verdiblanco ha caído en una cierta mediocridad que le impidió pasar del empate en su último partido de Liga (frente al Deportivo Alavés) y que provocó una inesperada derrota en la ida del play off de la Conference League.
Tras esa gris actuación ante el Dinamo Zagreb, saldada con 0-1, los andaluces estaban hoy obligados a firmar una remontada para poder seguir vivos en la tercera competición continental. Por eso, y pese a contar con el factor campo en contra, los visitantes saltaron al verde del Maksimir con la idea de llevar la batuta. El problema es que, como hace una semana, volvieron a mostrarse muy espesos e irregulares. Alguna arrancada de Ez Abde, esporádicos intentos de Nabil Fekir por dar más sentido a la construcción y poco más.
Y también como en el Benito Villamarín, los croatas, casi sin querer, fueron recuperando terreno con el paso de los minutos y acercándose cada vez con más peligro a la meta de un Rui Silva que tuvo que meter una buena mano tras un lanzamiento de falta de Bruno Petkovic (18') y que, cuatro minutos después, observó como el palo izquierdo de su portería repelía otro remate del inquieto delantero.
En el momento justo
Por fortuna para los de Manuel Pellegrini, cuando el partido iba camino de la indigestión, un calamitoso error de los locales en un despeje sencillo permitió a Aitor Ruibal alcanzar la línea de fondo y poner un buen balón que Cédric Bakambu, casi sobre la misma línea de meta y ante la pasividad de la zaga rival, envío de tacón al fondo de la red (38'). Un gol tan necesario como inmerecido que dio a los verdiblancos la oportunidad de llegar al descanso con la mitad del trabajo hecho.
El paso por vestuarios nos devolvió un partido con más ritmo y a un Real Betis dispuesto a completar la remontada cuanto antes. De hecho, en apenas cinco minutos, los sevillanos acumularon dos buenas oportunidades que no acabaron en gol por la falta de finura en los últimos metros, pero que, en cualquier caso, evidenciaron un necesario cambio de actitud.
Pero como el fútbol es así, que diría el otro, cuando más parecía que los béticos podían acercarse al 1-2, fue el Dinamo el que firmó la igualada. En el 59, Arber Hoxha ganó metros por la izquierda, alcanzó con facilidad la línea de fondo y puso un balón al corazón del área que Takuro Kaneko, ante la indolencia de Juan Miranda, empujó sin más problemas a la jaula.
Sin reacción, sin alma, sin Isco
El tanto supuso un duro golpe a la línea de flotación de un combinado español que, lejos de reaccionar, recayó en su falta de fluidez y comenzó a acusar de forma notable la falta de un líder, de un futbolista con los galones y la calidad necesaria para liderar la reacción. Sí, una vez más, echó de menos a Isco.
Aunque el VAR le dio la oportunidad de igualar la eliminatoria en los minutos finales (obligó al árbitro a anular un penalti señalado por inexistente falta de Héctor Bellerín en el 79), el Betis se mostró incapaz de generar ocasiones de verdadero peligro y el partido concluyo con un marcador que acaba con su tránsito por Europa y que, sobre todo, le deja con la sensación de ser un barco que comienza a navegar peligrosamente a la deriva sin rumbo claro y, sobre todo, sin un capitán.
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