Desde que Malcom (22 años) abandonó el FC Barcelona para jugar en el Zenit de San Petersburgo, vivió una serie de episodios difíciles de olvidar. Al principio tuvo problemas con algunas manifestaciones racistas y más tarde no llegó a disputar todos los minutos sobre el campo que habría querido (debido a una lesión en la cadera); solo ha jugado 62 minutos esta temporada.
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En este contexto, se llegó a especular con una salida durante el mercado de invierno, pero su agente, Fernando García, lo desmintió para L'Equipe: «Malcom está bien, ve el final del túnel. Vive en San Petersburgo con su novia y un chef. Su madre, sus tíos y tías lo visitan. No está nada deprimido. Tiene la intención de hacer un gran año 2020», aseguró.
El propio jugador, en una entrevista para RMC, manifestó sus ganas de continuar en el Zenit: «Me siento muy a gusto en el Zenit, donde tengo contrato hasta 2024. Siempre que tuve la oportunidad de jugar, creo que lo hice bien y por eso los seguidores del Barcelona todavía me quieren», aseguró. Minutos antes, reveló que aún le llegan mensajes pidiendo su vuelta desde Barcelona.
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