Liga | El Athletic de Bilbao devora al Atlético de Madrid
Los zarpazos de Gorka Guruzeta y Nico Williams han hecho justicia para unos leones que han sido muy superiores a un Atleti que se vio desbordado. De hecho, de no ser por la madera y Jan Oblak, el resultado podría haber sido más abultado en un escenario idílico como es San Mamés.
Uno de los platos fuertes de la programación sabatina en la élite del balompié nacional llegaba con un choque directo entre dos colosos históricos de nuestro país. A buen seguro, el Athletic de Bilbao estaba decidido a realizar un notable esfuerzo con la ambición de dar una buena alegría a una de las aficiones más leales del planeta. Sin embargo, su misión no sería precisamente sencilla por la visita de un Atlético de Madrid que será cabeza de serie en los cruces de la Champions.
Ernesto Valverde se decantaría de entrada por un Unai Simón que, salvo sorpresa de última hora, será el portero titular de la Selección Española en la Eurocopa 2024. Un sensacional cancerbero que quedaría escoltado en la retaguardia por Iñigo Lekue, Dani Vivian, Aitor Paredes y Yuri Berchiche. El doble pivote sería para Beñat Prados y Ander Herrera, mientras que Iñaki Williams, Oihan Sancet y Nico Williams buscarían la asociación con Gorka Guruzeta.
Pasando a la disposición táctica de Diego Pablo Simeone, también dispondría de un muro que es el guardián de sus dominios: Jan Oblak. Internacional con Eslovenia, tendría un esquema de tres centrales con Caglar Söyüncü, Mario Hermoso y Axel Witsel. Los carriles serían para Nahuel Molina y Samuel Lino, dando la parcela ancha a Koke Resurrección, Marcos Llorente y Saúl Ñíguez. En punta de lanza, la pareja de baile sería para Antoine Griezmann y Álvaro Morata.
Los hermanos Williams son garantía de éxito
Los leones concedían la posesión del cuero a su adversario, fruto de su estrategia para generar gran sensación de peligro a través de sus rápidas transiciones. Unos contragolpes lanzados por los hermanos Williams, dos extremos que representaban un tremendo quebradero de cabeza para los del Cholo. Al poco de empezar el encuentro, Oblak debería efectuar una meritoria intervención para frustrar a Guruzeta. Acto seguido, Iñaki se toparía con la madera.
Griezmann sería el responsable de poner a prueba a Unai Simón, quien se sacaría de encima el cuero. Lekue se anticiparía a Morata, al tiempo que Antoine estaba perfectamente vigilado en cada acción por dos jugadores locales. La gran ocasión del primer acto se produciría con una pena máxima, si bien es cierto que Sancet perdonaría con su chut desde el punto fatídico. De esta manera, se avecinaba un giro de guion del Atleti con vistas al segundo acto.
Simeone agitaría el árbol con José María Giménez (Söyüncü) y Rodrigo De Paul (Molina), pero la historia seguiría siendo favorable para el combinado bilbaíno. En los compases inaugurales del segundo acto, Guruzeta inauguraría el electrónico al beneficiarse de la fragilidad defensiva madrileña (1 – 0). Instantes más tarde, una exquisita maniobra de Nico Williams desataría la euforia de su hinchada en San Mamés (2 – 0). Sin duda, un golpe encima de la mesa del Athletic Club en Bilbao.
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