Pese a que el Celta de Vigo ha hecho méritos para puntuar esta noche, se ha ido de vacío en su duelo directo frente al Real Madrid. Un titán merengue que se llevaría el gato al agua con los zarpazos de Kylian Mbappé y Vinícius, haciendo insuficiente el gol de Williot Swedberg. Por su parte, Thibaut Courtois estaría imperial bajo palos.
Concluido el parón internacional de este mes de octubre, el fútbol de clubes se ha reanudado a lo largo de este fin de semana. Con motivo de la sesión sabatina, el Real Madrid pondría el broche de oro a una jornada muy intensa en la élite del balompié en territorio nacional. Un conjunto de la capital de España que, a buen seguro, será el auténtico rival a batir a lo largo de esta temporada tanto en la Liga como en la Champions.
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Flamante campeón de Primera División y de la orejona, está esbozando una hoja de ruta realmente ambiciosa con vistas al periodo estival de traspasos en 2025. En ese sentido, en Concha Espina desean acometer hasta cuatro incorporaciones de múltiples quilates para impulsar todavía más las prestaciones de su proyecto. Una de ellas, por supuesto, consiste en la incorporación de un nuevo mariscal para su entramado defensivo.
Siguiendo con el diseño de su retaguardia, da prioridad a la llegada del heredero de Dani Carvajal en el costado diestro. Una demarcación para la que maneja un gran número de candidatos, Trent Alexander-Arnold -Liverpool- su favorito. Por lo que respecta al flanco izquierdo, la apuesta se centrará al 100 % en un Alphonso Davies que sigue siendo un quebradero de cabeza para un Bayern Múnich que no renuncia a su renovación.
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El Real Madrid sabe sufrir en Balaídos
Además, la otra prioridad se basa en la firma de un nuevo "cerebro" para su sala de máquinas. Una cuestión que, por supuesto, se antoja crucial para los intereses de los blancos por la retirada de Toni Kroos. Pasando a la acción de este envite, confiaban en doblegar la resistencia de un Celta de Vigo que está volando alto de la mano de Claudio Giráldez. Un conjunto gallego que probaría fortuna nada más empezar el duelo, aunque Aurélien Tchouaméni estaría atento en la cobertura.
Eso sí, la mejor ocasión de los primeros minutos la tendría Williot Swedberg tras un desajuste en el repliegue defensivo de la entidad merengue. Un futbolista que se toparía con un titán bajo palos como es Thibaut Courtois, cuya parada sería soberbia. Vicente Guaita tendría que intervenir para frenar a Fede Valverde, pero nada pudo hacer para evitar la diana de bella factura de Kylian Mbappé. Un ariete francés que conectaría un zapatazo seco para inaugurar el luminoso en Balaídos.
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Acto seguido, Borja Iglesias no fallaría en la definición, pero estaba en posición antirreglamentaria. Eduardo Camavinga estaba haciendo un gran despliegue, al igual que Valverde y Jude Bellingham. El británico tuvo una ocasión de oro al regresar del túnel de vestuarios, pero sería Williot Swedberg el que convertiría el empate tras una gran asistencia de Óscar Mingueza. Aun así, el magnífico envío en profundidad de Luka Modric, que acababa de saltar al césped, lo resolvería Vinícius a las mil maravillas. Courtois sostendría a los suyos con otra estupenda intervención, sellando el triunfo madridista en Vigo.
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