El nuevo fichaje del Real Madrid, presentado ya como sabemos por todo lo alto hace unos días, sigue siendo jugador diferencial y uno de los mejores del mundo. Pero por ahora un futbolista que, estando llamado a romper todos los registros, tiene dos asignaturas que no logra superar.
Con un Mundial ya bajo el brazo, que ganaba con apenas 17 años como sabemos, Kylian Mbappé estuvo además a un paso de lograr en diciembre de 2022 su segundo entorchado y colocarse muy cerca, como nadie ha estado, de un tal Pelé. Una actuación descomunal en esa final de Doha llevó a Argentina al límite para ganar la final.
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El delantero ha perseguido desde entonces, y de hecho desde hace siete años también la Liga de Campeones. El gran esfuerzo económico del PSG no pudo con ese desafío y el delantero aceptaba hace semanas unirse al Real Madrid, el camino más lógico y sencillo seguramente para ese reto.
El debe de la Eurocopa
Privado ahora de esa posibilidad de disputar los Juegos Olímpicos que arrancan en unos días en su ciudad, el delantero de Bondy ha vivido el pasado martes un día de ensueño con esa presentación por todo lo alto en el Santiago Bernabéu. Aclamado por miles de aficionados, vestía de blanco antes de irse de vacaciones y a la espera de hacer historia con el Real Madrid dentro de poco tiempo.
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Pero tendrá que esperar en cualquier caso cuatro años más para lograr su último desafío, veremos con cuántas Ligas de Campeones por entonces. Y es que la Eurocopa se le resiste. Falló en la tanda de penaltis ante Suiza en 2021 y contra España en esa semifinal del día 9 tuvo una jugada franca para haber empatado el encuentro a pocos minutos del final. El cetro continental se le resiste en clubes y selecciones, ¿por mucho tiempo?
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