Real Madrid: ¿Aceptará James Rodríguez su nuevo rol?
El primer partido de Liga ha evidenciado que, por el momento, el rol de James Rodríguez será el de habitual suplente. En caso de no aceptar este papel secundario, el colombiano dispondrá de nueve días para buscar un cambio de aires.
Es cierto que apenas se han disputado 90 minutos y que tal vez es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero también resulta evidente que, por lo visto en el primer partido de Liga, la temporada 2016-2017 se presenta sumamente complicada para James Rodríguez.
En un partido en el que tres de los teóricos titulares, el portugués Cristiano Ronaldo, el galo Karim Benzema y el croata Luka Modric, no eran de la partida, el mediapunta se quedó en el banquillo y observó cómo dos recién llegados, los españoles Álvaro Morata y Marco Asensio, lograban hacerse un hueco en los planes de Zinedine Zidane y, lo que es más inquietante para él, cuajaban un sensacional partido que invitaba a pensar en su continuidad en futuros onces iniciales.
Aunque no hace mucho el jugador mostró en público su deseo de continuar en el Real Madrid, lo cierto es que el choque ante la Real Sociedad se ha confirmado lo que ya comenzó a vislumbrarse en la Supercopa de Europa: James es, hoy por hoy, un simple suplente. En el encuentro ante el Sevilla fue el tercer cambio y sumó 48 minutos (gracias a la prórroga); mientras que en Anoeta su concurso se redujo a unos exiguos 14 minutos. Tal vez demasiado poco para un futbolista que no suele digerir con facilidad la suplencia.
«Zidane le dijo a James que él no le iba a echar del club, que ni a él ni a nadie, pero que él debía decidir si se va o se queda porque hay tres jugadores por delante de él en su puesto: Modric, Asensio e Isco», confirmó anoche el periodista Eduardo Inda en El Chiringuito de Jugones.
Ya que el panorama no es nada alentador, no sería raro que, tal y como hoy insinúa el diario As, el cafetero aproveche los nueve días que nos separan del cierre del mercado estival para tratar de buscar acomodo en otro equipo que le ofrezca mayores garantías de juego. Pretendientes no le faltan (Chelsea, París Saint-Germain, Arsenal...), pero habrá que ver si alguno es capaz de presentar una oferta que haga cambiar la opinión de un cuadro blanco que, pese a todo, sigue considerándole intransferible.
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