Los colchoneros certifican un triunfo contundente ante un Celtic de Glasgow que se quedaba pronto con diez. Partidazo de Antoine Griezmann y de nuevo un Álvaro Morata con hambre que no deja de marcar diferencias.
No llegaba el Atlético de Madrid con las mejores sensaciones a este encuentro tras su derrota del pasado viernes en Las Palmas. Aunque el escenario era diferente en casa y desde pronto se vio a una escuadra con clara querencia ofensiva para desnivelar el choque, ante un Celtic de Glasgow que para nada se amedrentaba en el ambiente de esta fría noche madrileña.
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Aunque pronto entraban el calor las 60.000 almas que llenaban el coliseo rojiblanco con un buen gol de Antoine Griezmann en el 6', de nuevo decisivo para su escuadra disparando desde fuera del área con gran acierto. El delantero francés marcando diferencias y apareciendo para comandar cada acción ofensiva de los suyos. Si bien los escoceses trataron de salir de su área, y con un empuje excesivo, tras fallar una ocasión clara, Maeda sería expulsado por una plancha peligrosa sobre Mario Hermoso, que se pitó tras consultar el árbitro el VAR.
En el 23' se quedaban por tanto los visitantes con un jugador menos, y aunque dieron algún que otro susto a Jan Oblak, poco a poco se impuso el juego de los locales. Que buscaron con ahínco una segunda diana que llegaría también poco antes del descanso. A Álvaro Morata le anularon un tanto por fuera de juego pero acudiría fiel a su cita con el gol en el descuento de la primera parte, con Giménez convertido en improvisado asistente, de nuevo tras una jugada generada por el estelar Griezmann. Alegría y jolgorio en el Metropolitano en el intermedio de un duelo que parecía sentenciado.
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Sigue el show y acaba en goleada
Con ese viento a favor se esperaba por tanto una segunda parte plácida para el Atlético de Madrid como así fue. Y de hecho vimos una de las joyas de esta Liga de Campeones que fue el golazo de Antoine Griezmann en el 60', aunque con algo de suspense. Un remate de media chilena del delantero galo que ponía en pie a un Metropolitano que ya lo ha perdonado del todo. Un futbolista de equipo que dio esta noche un recital ante los ojos de media Europa, aprovechando esa circunstancia favorable de su equipo con uno más.
Se marchaba poco después ovacionado, cuando el encuentro ya estaba encarrilado. También Rodrigo Riquelme que volvió a dejar un buen encuentro, y a quien suplía un Samuel Lino que, al poco de entrar en el terreno de juego, anotaba la cuarta diana con un gran disparo y otro golazo más para alegría local. Esa diana era en el 67' y la segunda de Álvaro Morata llegaría en el 76', para redondear una noche perfecta de su escuadra y propia.
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El delantero español marcando también en Liga de Campeones y por partida doble, para seguir prolongado su racha estelar de esta temporada. Como lo haría Saúl Ñíguez poco después para cerrar el set en favor de los madrileños. Y para acercar un poco más a los de Diego Simeone a los octavos de final del torneo. Ahora suman 8 puntos pero las sensaciones son inmejorables.
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