Después de la agónica clasificación del Manchester City a costa del Chelsea, era el turno de la otra semifinal de una FA Cup que defenderán los Sky Blues. Con motivo de la jornada dominical, irrumpía en escena con bastante intensidad un Manchester United que deberá acometer decisiones de enjundia a lo largo de la próxima ventana estival de transferencias. En esta ocasión, trataría de imponer su favoritismo frente a un Coventry City que llegaba cargado de ilusión.
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Alejandro Garnacho disfrutaría de una oportunidad de oro nada más arrancar el envite, fruto del juego directo de los suyos. Sin embargo, el atacante no estaría certero para conectar con el cuero. Bruno Fernandes estaba siendo el catalizador del fútbol, monopolizando la posesión del esférico y marcando el ritmo del choque. Y alcanzado el ecuador de los 45 minutos inaugurales, Scott McTominay inauguraría el electrónico al transformar el 0 – 1.
Diogo Dalot reaccionaría a tiempo para evitar la diana de las tropas de Mark Robins, mientras que Bradley Collins ganaría la partida a Marcus Rashford con una soberbia intervención. Sin embargo, nada pudo hacer el cancerbero para frenar a un Harry Maguire que impulsaría al MU con un certero testarazo (0 – 2). Y cuando parecía que Bruno sentenciaba la historia (0 – 3), los zarpazos de Ellis Simms, Callum O’Hare y Haji Wright de penalti llevarían el partido a la prórroga con el 3 – 3. El VAR no daría validez al gol de Victor Torp, así que el United impondría su ley desde el punto fatídico (2 – 4) para medirse al City en la gran final.
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