El déjà vu que aleja a Kevin Gameiro del FC Barcelona
El delantero francés del Sevilla es uno de los grandes objetivos del conjunto de la ciudad condal para apuntalar su ataque versión 2016-2017.
Después de una temporada 2014-2015 eclipsado por el rutilante rendimiento de Carlos Bacca en punta de lanza, el francés Kevin Gameiro se ha convertido en una de las sensaciones de la recién terminada temporada del Sevilla. Autor de 29 goles y 7 asistencias en los 52 partidos oficiales disputados durante el curso, el galo de 29 años no cesa de acumular elogios.
Pese a su inexplicable ausencia en la lista de Didier Deschamps para la Eurocopa que se disputará en su país el próximo verano (es uno de los integrantes de la lista de reservas que acudiría solo en caso de lesión de un compañero), su buena temporada no ha pasado desapercibida para los grandes de Europa. Especialmente significativo es el interés del FC Barcelona de la mano de Robert Fernández, profundo y reconocido admirador de su juego.
Sin embargo, el jugador no las tiene todas consigo a la hora de valorar un cambio de aires en dirección a la ciudad condal. Según destaca la información publicada por El Confidencial el delantero galo no quiere convertirse en un nuevo caso Arda Turan y teme que la presencia del tridente compuesto por Neymar, Luis Suárez y Lionel Messi limite su participación sobre el terreno de juego hasta prácticamente extinguirla. Otro de los ejemplos de referencia es el de Aleix Vidal, ex compañero de Gameiro en el Sevilla y que después de brillar con los hispalenses y convertirse en un fichaje de 15 M€ apenas ha contado para Luis Enrique.
En el recuerdo del futbolista se encuentra su complicada etapa en el Paris Saint Germain. Después de elegir al cuadro parisino por delante de Valencia y Sevilla cuando aún defendía los colores del Lorient, la llegada de Zlatan Ibrahimovic le condenó al ostracismo durante la temporada 2012-13 pese a su buen rendimiento en la anterior. Ante el temor de una temporada con menos minutos de los esperados, la decisión de Kevin Gameiro no se antoja sencilla.
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