Segunda División | El atípico y plácido curso del Levante
El ascenso del cuadro granota se da por hecho desde hace meses, y en este final de temporada se hablará más de los movimientos del club tras regresar a Primera porque el colchón del equipo es enorme.
La Segunda División es una categoría complicada, nada sencilla para muchos equipos y sobre todo para muchos jugadores. 22 equipos, 42 jornadas, un fútbol con menos recursos económicos, estadios con menor afluencia y menor repercusión mediática. Y para las escuadras que descienden su primer año suele ser realmente difícil.
Aunque hemos tenido recientemente ejemplos de clubes que regresaron al año siguiente a Primera División (Deportivo de la Coruña, Real Betis, Villarreal), no es precisamente esta la tónica general. No obstante, este año el Levante va a lograrlo salvo catástrofe inesperada, ya que comenzaba esta trigésima jornada con un colchón de 18 puntos con respecto al tercer clasificado.
El conjunto de Juan Muñiz apenas está dando opciones a sus perseguidores, y aunque el Girona está a siete puntos de distancia, su meta es seguir ampliando sobre todo las diferencias con el tercer clasificado, que será el primero en acceder al playoff. En 29 encuentros los de Orriols suman 20 triunfos por 5 empates y 4 derrotas (44 goles a favor y 20 en contra).
No han sido los más prolíficos, pese a que cuentan con una de las estrellas de la categoría como es Roger Martí (18 tantos en 27 encuentros). Pero es que se han mostrado muy eficaces en defensa, donde se construyen los proyectos ganadores. Este lleva camino de serlo, y por eso asistimos de un tiempo a esta parte a rumores sobre cuál será el futuro de jugadores cotizados como el propio Roger, José Campaña o Víctor Camarasa y Deyverson, cedidos en el Deportivo Alavés y que han brillado también en Primera División.
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