Mundial 2018 | La increíble metamorfosis de Rusia
La Selección Rusa respondió nuevamente con una muestra de sus capacidades sin precedentes antes de la cita mundialista. A través de un nuevo despliegue de buen fútbol, los anfitriones consolidaron su plaza en octavos ante Egipto con un equipo repleto de ansias de protagonismo en el que es su Mundial.
La segunda victoria consecutiva de los hombres de Cherchesov ha evidenciado que las sensaciones transmitidas en su debut frente a Arabia Saudí no fueron coincidencia. Ante un bloque de mayor envergadura, como era la Egipto de Mohamed Salah, Rusia volvió a responder sobre el campo con un fútbol atractivo que en nada se compara con lo que tenía acostumbrado a los encuentros previos a la cita mundialista.
La apuesta de los anfitriones pasó a copar protagonismo desde el primer momento. La presencia de un futbolista de inmenso talento como Aleksandr Golovin, quien está comandando el juego ofensivo del combinado ruso respaldo por un incombustible Zobnin y un gran descubrimiento llamado Yuri Gazinskiy, están concediendo la libertad al jugador del CSKA de Moscú para que explote su fútbol y reivindicarse como una de las grandes sensaciones hasta el momento de la competición.
Rusia se ha contagiado de su buen hacer en cada parcela y, trasladando las dudas al rival, se ha hecho más fuerte en defensa, donde apuesta por dos lateral ofensivos como son Zhirkov, más habituado en su carrera a zonas de ataque, y Mario Fernandes, quien está completando hasta ahora una soberbia actuación en su costado, combinándose a la perfección con Samedov, y que obteniendo ayer especial reivindicación con su aportación en el tanto de Cheryshev.
Cheryshev encarna el resurgir de Rusia
El extremo del Villarreal ha pasado por numerosos tiempos amargos en su trayectoria deportiva, desde la situación en Copa del Rey con el Real Madrid que propició su eliminación hasta sus problemas con las lesiones que le han privado de demostrar sobre el terreno de juego las condiciones que ahora trata de demostrar con la elástica de su país, donde también se le acusó de sentir menos los colores debido a que partió a temprana edad de su patria.
La desafortunada lesión de Alan Dzagoev se tradujo en la ocasión de oro para Denis Cheryshev, quien convirtió esta en una oportunidad para brillar en el mayor escenario posible para un futbolista. En el encuentro debut, el ruso resolvió con un doblete, y frente a Egipto anotó el tercero en su cuenta personal. Rota la cadena que limitaba su aportación, el extremo explota su condición, siendo un auténtico dolor de muelas como así demostró destrozando al combinado egipcio por banda.
Arma letal, Artem Dzyuba
Si hay algo que desencantó en el debut de la anfitriona fue la aportación de su delantero estrella, o al menos con ese cartel llegaba al Mundial Fedor Smolov. El ariete del Krasnodar no respondió a las expectativas y pronto entró en escena su reemplazo, Artem Dzyuba. El espigado '9' incrementó notablemente el buen hacer en ataque de Rusia en el primer choque, y ayer se desenvolvió a la perfección ante la zaga africana. Causó el fallo de Fathi, participó en el segundo y se fabricó el tercer tanto. A pesar de la limitación técnica que este puede tener, es precisamente por el conocimiento de sus capacidades lo que le permiten brillar de esta manera y que esta copando una repercusión tan agradable para el bloque Cherchesov, quien no dudó a la hora de otorgarle la titularidad.
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