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Liga de Campeones | El FC Barcelona sigue perdido

Después de la derrota ante el Levante del pasado sábado, el cuadro culé recibía hoy al incómodo Slavia de Praga en casa, en horario atípico y con muchas dudas que no se han disipado. En un partido para el olvido los azulgranas no han pasado del empate ante un rival correoso, que puso en apuros a los de Valverde y se llevó un punto.

Por Rafael Castro
6 min.
FC Barcelona @Maxppp

FC Barcelona 0-0 Slavia de Praga

El FC Barcelona contaba esta temporada todos sus partidos del Camp Nou por victorias, mientras fuera de casa ha mostrado una cara bastante diferente, especialmente en cuanto a resultados. Si bien es cierto que ha habido partidos malos en el estadio azulgrana de los locales. Sin ir más lejos el primero en Champions League de este curso ante el Inter de Milán, con una primera parte para el olvido en la que los italianos se fueron ganando por un gol pero pudieron haber goleado. En este caso, el primer acto de los catalanes en esta tarde (el horario era atípico de las 18:55) también entrará en la galería de los horrores culés. Y eso que estaban avisados del partido de la jornada anterior, y debían haber aprendido algo de la segunda parte en el Ciutat del Valencia. Dio igual. Con las líneas muy adelantadas y un equipo bien compacto, que se vació en ataque y defensa corriendo mucho más, el Slavia de Praga puso en serios aprietos a los de Ernesto Valverde. Solamente su clara falta de pegada en ataque evitó otro desastre como el del partido de ida, donde en la segunda parte los checos también arrinconaron a los culés.

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Con Arturo Vidal ya asentado como titular en el centro del campo, comenzando como falso delantero centro y acabando bastante perdido, los locales jamás supieron hacerse con el control. Su físico no daba para más, su defensa sigue siendo endeble, Messi tardaba en aparecer y a Antoine Griezmann no querían (o no lograban) encontrarlo. Sin Luis Suárez para pelear balones divididos y fijar a la zaga rival, el partido se jugó en pocos metros, con los catalanes buscando romper las líneas defensivas con algún desmarque. Pero si nadie se mueve, resulta complicado. Solamente Nelson Semedo, en banda derecha donde también estaba Ousmane Dembélé (un par de conducciones interesantes pero tomando malas decisiones al final) era capaz de entender eso. Aunque el portugués, que en ataque da mucho, concede también demasiado en defensa. Es un arma de doble filo que te puede dar tanto como te quita, pues sus conceptos defensivos y disposición táctica siguen estando lejos de las que debería tener el lateral titular del FC Barcelona. Aun así, llevó peligro por su velocidad y desborde en los compases iniciales. Estuvieron estos cargados de sustos del Slavia, que en muchas ocasiones llegaban con más jugadores al área de un Marc-André Ter Stegen que no estuvo exigido en exceso.

Con el centro del campo perdido, al FC Barceona solamente le quedaba espera alguna genialidad de Lionel Messi. El 10 quería aparecer entre la gran abundancia de jugadores que poblaban el medio, incluidos muchos de sus compañeros que se estorbaban entre sí. Frenkie De Jong no encontraba soluciones, pero como decíamos antes fue el argentino el que estuvo a punto de hacerlo, con un balón a la cruceta tras una gran jugada personal. Solamente alguna acción aislada parecía poder romper este empate sin goles que imperaba en el marcador al llegar al descanso. Eso sí, el Slavia llegaba con muchos efectivos siempre que lograba salir y por si fuera poco su portero, Kolar, también estaba en forma al detener dos oportunidades claras a Messi y Semedo. En definitiva, otra primera parte al limbo y más dudas…

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Más de lo mismo

La primera parte acababa con los mejores minutos de los locales, y la segunda comenzaba por el mismo camino. Porque el Slavia de Praga comenzó a dar síntomas de cansancio, bien escenificados en un Olayinka que no abarcaba ya tantos metros como antes. Poco a poco los culés se iban haciendo con más control de la pelota. Llegaron entonces los mejores minutos de los de Ernesto Valverde, que firmaron un buen primer cuarto de hora en ese segundo acto. En ese tiempo se acumularon además buenas ocasiones de los azulgranas, siendo la más clara un gol anulado a Arturo Vidal por un fuera de juego milimétrico de Lionel Messi. También tuvo Sergi Roberto (que había entrado por Jordi Alba, lesionado, al descanso). Parecía que los catalanes comenzaban a encontrarle el pulso al partido, pero fue un espejismo. Aunque asistimos a buenas combinaciones y ocasiones interesantes, pasados esos 15 minutos iniciales los culés se desmoronaron de nuevo. La diferencia en este caso es que el Slavia tenía menos gasolina que en el primer acto.

No obstante, la poca seguridad defensiva que transmiten esta temporada los catalanes, unido a su bajo estado de ánimo tras el sábado y la falta de ideas en fase ofensiva, permitieron a los checos meterse de nuevo al partido. Y fue transcurriendo este hacia unos minutos finales inciertos, en los que el gol podía caer de cualquier lado. De hecho Kolar lo evitó cuando detuvo un remate a bocajarro de Lionel Messi tras una gran asistencia de Ansu Fati. El joven canterano había ingresado en el campo por un errático Ousmane Dembélé, igual que Ivan Rakitic por Sergio Busquets, que tenía tarjeta amarilla y daba síntomas de cansancio.

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Los síntomas que son malos, eso sí, son los que dan los pupilos de Ernesto Valverde y no es solamente cosa de este mes de noviembre que ha comenzado torcido. Otros partidos se maquillaron con goleadas pero fueron similares, y no hay más que repasar todos los que se han jugado en esta Liga de Campeones. Por eso apenas hubo arreón final, más allá de arrancadas aisladas de Messi o De Jong. Porque los azulgranas no solamente no encuentran su juego sino que son un equipo más que vulnerable, que si hoy hubieran tenido otro rival enfrente seguramente hablaríamos de una derrota bochornosa. Finalmente los catalanes suman un punto, o mejor dicho pierden 2 porque los 6 de este rival se daban casi por descontados. Y quedan con 8 a la espera de cómo transcurre el otro partido del grupo, donde Inter de Milán y Borussia de Dortmund tienen 4 cada uno.

El Slavia de Praga fue un más que digno rival hoy, que dejó un juego atrevido y que puso en apuros a un rival bastante poderoso en su feudo, donde todos los rivales suelen salir intimidados. Si a esto le añadimos que los catalanes están lejos de su mejor momento y no encuentran el camino, nos sale este empate sin goles que vuelve a dejar dudas y malas sensaciones en Can Barça. El sábado llega el Celta de Vigo del recién llegado Óscar García al Camp Nou, y después un parón FIFA que, a diferencia de otras ocasiones, vendrá bien a todos.

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