El PSG sigue esperando a Ousmane Dembélé

Ousmane Dembélé puso punto y final a su etapa en el FC Barcelona el pasado verano. Llegado en el mercado estival de 2017 desde el Borussia Dortmund como un fichaje estrella a cambio de 135 M€, el extremo francés dijo adiós al cuadro de la ciudad condal para regresar a su país. Concretamente, al Paris Saint Germain.

Y es que el cuadro de la capital de Francia puso sobre la mesa los 50 M€ necesarios para arrancarlo de una escuadra de la ciudad condal después de una etapa marcada por la irregularidad, las esperanzas no alcanzadas y que podría resumirse con una sola palabra: decepción.

Un rendimiento lejos del esperado

Sin embargo, pese a que algunos se llevaron las manos a la cabeza con su marcha a París, el adiós de Ousmane Dembélé ha sido notablemente productivo para el FC Barcelona. La salida del galo de 26 años a abierto la puerta a un Lamine Yamal que se ha convertido en una de las grandes sensaciones de este inicio de temporada y pese a su juventud ya Con es incluso internacional. Los culés caminan con paso firme y son segundos en Liga tras el Real Madrid, mostrando además una notable solidez y buen juego.

En el otro lado de la balanza está el propio Ousmane Dembélé. Y es que el internacional francés está mostrando un rendimiento muy por debajo de las expectativas y apenas es protagonista. Con 261 minutos sobre el césped distribuidos en 4 choques de Ligue 1, el que fuera jugador del Rennes no ha marcado, no ha asistido y se ha mostrado incapaz de mostrar peligro.

Estéril de cara a puerta

Con el peso de la elástica número 10 del Paris Saint Germain, Dembélé jugó sus primeros minutos con su nuevo equipo ante el Toulouse entrando desde el banquillo y siendo protagonista de buenas acciones junto a Kylian Mbappé. Desde entonces ha sido titular frente a Lens, Olympique de Lyon y Niza… y ha desaparecido.

Especialmente significativa es su falta de acierto de cara a puerta, pues se ha mostrado incapaz de finalizar ocasiones claras de mano a mano frente al guardameta rival o las ha desaprovechado. De hecho, frente al Niza pudo empatar en un dos contra uno, pero no pasó a Gonçalo Ramos, regateó, tiró y el lanzamiento se marchó muy lejos. Esta serie de fallos groseros están acabando con la paciencia de crítica y aficionados.

Mientras tanto, el Paris Saint Germain está notando la falta de incidencia del que está llamado a ser uno de sus jugadores clave y acumulan tres pinchazos (dos empates, una derrota) en apenas cinco jornadas, situación que le lleva a la quinta plaza de la clasificación de la Ligue 1. No cabe duda que el atacante deberá espabilar en los próximos partidos, sobre todo en una Liga de Campeones en la que los suyos están en el grupo de la muerte y cualquier pinchazo puede ser vital.