Liga de Campeones | ¡Nunca hay que dar por muerto al Liverpool!

El regreso de la Liga de Campeones ha pillado al Liverpool en su peor momento. Inmerso en una complicada racha de juego y resultados, el cuadro de Anfield se encuentra ahora incluso fuera de los cuatro primeros puestos de la clasificación de la Premier League. El hasta la fecha intocable Jürgen Klopp, ha comenzado incluso a recibir algunas críticas.

No está siendo una temporada sencilla para el equipo inglés. La plaga de lesiones que han asolado la parcela defensiva obligaron a que el club se viera en la necesidad de sumar nuevos efectivos durante el mes de enero a fin de apuntalar la plantilla. Uno de los elegidos era Ozan Kabak (20), que debutó con mal pie el pasado fin de semana n la derrota ante el Leicester (3-1). Hoy el turco volvía a compartir eje de la defensa con Henderson.

El campeón hace dos años de la máxima competición continental tenía hoy una complicada piedra en el camino. Se trata de un Leipzig que pese a perder el pasado verano a Timo Werner está protagonizando una brillante campaña que le ha llevado a ocupar el segundo puesto en la clasificación de la Bundesliga tras el inexpugnable Bayern Múnich.

El Leipzig sale mejor, el Liverpool reacciona

Julian Nagelsmann, uno de los técnicos de moda a nivel internacional tenía ante si el más que notable desafío de dar un golpe sobre la mesa en la Champions League después de haber alcanzado las semifinales de la pasada edición y caer de forma rotunda ante el Paris Saint Germain (3-0). Con Angeliño a un nivel espectacular en el carril zurdo, la escuadra alemana se veía capaz de deshacerse del campeón inglés.

Salió mucho mejor la escuadra germana. Pese a disputarse en Budapest, los “locales” se apoderaron del balón en los primeros compases del envite y generaron ocasiones de peligro. La principal fue el remate del internacional Dani Olmo al poste cuando apenas habían transcurrido cinco minutos de choque después de una buena conexión con Angeliño.

Sin embargo, con el paso de los minutos el equipo alemán fue bajando el ritmo con el paso de los minuto. El Liverpool se iban haciendo dueños del choque y poco a poco monopolizaban el esférico. De cualquier modo, pese al indudable caudal ofensivo con el que cuentan los de Jürgen Klopp, en la primera mitad evidenciaron una notable falta de gol. De este modo, fue con el 0-0 inicial con el que ambos equipos se marcharon a vestuarios al descanso.

El Liverpool sentencia en cinco minutos

La segunda parte siguió por completo el guion que se había escrito en la mayor parte de la primera. El Liverpool dominaba el envite. Pero en esta ocasión aprovechó las oportunidades de las que dispuso. Así, en un margen de apenas cinco minutos los reds dejaron la eliminatoria vista para sentencia. Concretamente, los que transcurrieron entre los minutos 53 y 58. Mohamed Salah se aprovechaba de un grave error de Sabitzer para ponerse cara a cara con Gulacsi y no perdonar.

El 0-2 llegó también tras una pifia local. En esta oportunidad era Mukiele el que se mostraba incapaz de despejar un balón llovido del suelo y dejaba en franquicia a un Sadio Mané que multiplicaba por dos la victoria de los suyos después de batir al portero rival. Con el segundo gol el partido quedaba visto para sentencia y dejaba sin vida una eliminatoria que en la previa se presentaba mucho más igualada.