Europa League | El Villarreal se queda a un paso de la remontada y dice adiós a Europa
Pese a completar un excelente partido, el Villarreal no pudo levantar la pesada losa del 4-0 de la ida. Los castellonenses, que siempre jugaron con mucha cabeza y no se dejaron llevar por la pasión desenfrenada, gozaron de ocasiones más que de sobra para igualar la eliminatoria, pero entre que sus delanteros no estuvieron del todo finos y que el Olympique de Marsella aprovechó su única acción de mérito, el duelo murió con un 3-1 que les deja fuera de Europa.
En el fútbol nada, o casi nada, es imposible. Eso sí, tampoco conviene ser un ingenuo ni vender motos. Por eso, en la previa del duelo ante el Olympique de Marsella, Marcelino García ya se había apresurado a dejar claro que "es muy difícil que podamos superar la eliminatoria" y que su gran objetivo en este duelo no era otro que competir con orgullo "para complacer a nuestra afición y a nosotros mismos".
Con también la idea de tirar más de cabeza que de corazón y convertir la épica en un fin y no un medio, el Villarreal saltó al verde de La Cerámica dispuesto a ir descubriendo si el partido daba para remontar el 4-0 de la ida o, simplemente, obtener el tímido consuelo de una victoria inocua.
Durante el primer acto, los amarillos mostraron carácter y, sin pasarse de revoluciones, fueron poco a poco arrinconando a un rival que peco de confianza y que, de no ser por la falta de puntería de Alexander Sorloth, bien podría haberse marchado al descanso con un nudo en la garganta. El noruego se mostró tan activo como errático de cara a puerta y no pudo ampliar un marcador que, tras los primeros 45 minutos, aún reflejaba un tímido e insuficiente 1-0. El tanto llevó la firma de Etienne Capoue (32'), el futbolista que mejor supo interpretar el duelo durante este periodo y que gozó de otro par de ocasiones más para haber situado a los suyos por el camino de la remontada.
El Villarreal se queda corto
Consciente de que había jugado con fuego, Jean-Louis Gasset reaccionó tras el paso por vestuarios y dio entrada a Amine Harit y Pierre-Emerick Aubameyang. Su doble cambio pudo haber surtido efecto de forma inmediata, pero el gabonés, máximo goleador histórico de la competición, mandó fuera una de esas ocasiones que no suele fallar (47'). El error cobró un doble valor, ya que, poco después (54'), tras un pase en profundidad, Sorloth, al fin, sumó el 2-0.
El tanto, que tardó una eternidad en ser validado por el VAR, reafirmó el planteamiento de los castellonenses que, pese a la emotividad de la que se iba cargando el duelo, optaron por mantener la cabeza lo más fría posible y no apretar el acelerador hasta el fondo para evitar sorpresas a la contra.
Aunque el partido se presentó en su fase final sin excesivos sobresaltos, en el 85, el colombiano Yerson Mosquera, que tan errático se había mostrado en la ida, aprovechó un saque de falta desde la derecha para cabecear el balón a la red y dar paso a unos minutos en los que, ya sí, los locales se lanzaron a tumba abierta a por el gol que igualase la eliminatoria. Desafortunadamente, y pese a contar con opciones, el único que fue capaz de llevar el balón a la red en esta fase fue el Marsella, gracias a una brillante acción de Aubameyang que acabó empujando a la red Jonathan Clauss (94').
El 3-1 final no refleja, para nada, lo visto en un encuentro en el que los castellonenses hicieron méritos sobrados para lograr la remontada, pero en el que tuvieron que conformarse con "complacer" a una afición que, seguramente, se fue a casa menos disgustada de lo que podía esperar.
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