Entrevista a Isi Palazón: “Me gusta ponerme retos difíciles”
Protagonista de un brillante inicio de temporada a nivel tanto individual como colectivo, Isi Palazón es una de las grandes sensaciones del primer tramo de temporada. Hablamos con él.

El Rayo Vallecano es una de las grandes sensaciones de Primera División. El cuadro de Andoni Iraola vive uno de los momentos más dulces de su casi centenaria historia. Esta temporada ya han pasado por el cadalso vallecano escuadras del nivel de Real Madrid, FC Barcelona o Sevilla, escuadras de Ligas de Campeones que han hincado la rodilla frente a los de la Avenida de la Albufera. Con un juego ordenado y vertiginoso, uno de los futbolistas que acapara todos los focos es Isi Palazón (Cieza, 1994).
Pese a su ubicación en el extremo diestro, el murciano absorbe gran parte del juego de ataque y prácticamente todas las jugadas pasan por sus botas. Después de una pasada temporada en la que su juego estaba más limitado a chispazos, ahora la situación es distinta. “En temporadas pasadas era más intermitente. Ahora soy más constante y a nivel de juego participo más. Esto se debe también a la experiencia, pues el año pasado era un novato en la categoría y ahora cuento con un año en Primera División. Además, cuento con mucha confianza de mis compañeros y eso en el terreno de juego se nota” .
Le gusta ver el fútbol de cara. Es potente, pero no rápido. “No soy el típico jugador de banda que juega pegado a la línea de cal. Intento aprovechar mis virtudes al máximo y estas pasan por asociarme, aparecer por dentro y poder combinar con mis compañeros” , reconoce. Perfilarse por dentro, jugar a pierna cambiada, orientar el balón, ese “primer control fundamental”… Se trata de un estilo que marca su juego y le inculcó el Villarreal en las categorías inferiores, donde estuvo algo más de tres años y que dejó de contar con él. Era su segundo palo en el mundo del fútbol. ¿El primero? Una reestructuración en la cantera del Real Madrid que provocó que el equipo blanco dejara de contar con él después de un año en categoría cadete.
Alcanzada la mayoría de edad y de vuelta a Cieza, llegaba el momento de replantearse su futuro. “Este chico no vale”, se escuchaba por las esquinas del pueblo murciano. Nada más lejos de la realidad. “Ves que pasan los trenes y te vas bajando, el embudo es cada vez más pequeño y al final intentas engancharte a todas las hojas de las ramas. Sin embargo, yo soy una persona que tanto a nivel personal como futbolístico nunca se ha dado por vencido. Siempre he intentado pelear” .

Había que levantarse pronto y la labor no era sencilla. Tanto es así que incluso trabajó en la recogida de melocotones. Muchas horas bajo el sol con una recompensa muy distinta a la que da el fútbol. Esto, cambió su carácter: “Cuando la vida te da palos, siempre se intenta que el siguiente sea menos doloroso o al final no te pase. Por eso yo intento trabajar cada día tanto en los entrenamientos como en el césped, porque llegar a Primera División es muy difícil, pero mantenerse lo es todavía muchísimo más. Hay que ser constante en tu trabajo y yo intento disfrutar los pequeños detalles del día a día: desde que llego al vestuario con mis compañeros por la mañana. Todo es efímero y hay que disfrutarlo” .
Fue precisamente ahí cuando llegó el cambio de, primero, el Murcial Imperial y más tarde del Real Murcia, que le dio la oportunidad de la Segunda División B. Tras esto, una Ponferradina con la que logró el ascenso a Segunda División y de donde guarda un grato recuerdo “no solo a nivel futbolístico, sino también personal, porque allí encontré amistades que han terminado siendo como una familia. A nivel futbolístico las cosas fueron muy bien y cumplimos los objetivos” . Una de las claves en su etapa en Ponferrada fue el técnico, Jon Pérez Bolo, pues “fue el entrenador que me hizo cambiar mi mentalidad en todos los aspectos y que confió en mí” .
Apenas unos meses después de su debut en la categoría de plata, el Rayo Vallecano apareció en escena. El cuadro de la Avenida de la Albufera, que cerraba la venta de Adrián Embarba al Espanyol a cambio de 10 M€ apostó por el murciano en forma de relevo para ocupar el extremo diestro. “Que un equipo de este nivel se interesase por mi fue como un sueño y cumplir otro objetivo a nivel futbolístico” , reconoce.



Después de unos primeros meses de aclimatación, la primera temporada completa de Isi Palazón terminó con el ascenso a Primera División. El Rayo Vallecano entró por la gatera en la promoción y después de dos eliminatorias brillantes frente a Leganés y Girona logró el regreso a la máxima categoría. “Cuando pasamos la primera eliminatoria contra el Leganés -que era muy difícil porque había sido muy regular en Liga- el equipo cogió mucha confianza” , señala para analizar una histórica victoria en Girona (0-2) después de caer (1-2) en casa: “Pese a que perdimos en Vallecas, después de ese partido vimos el ascenso mucho más factible por el buen partido que habíamos hecho en la ida” .
Con el ascenso a Primera División la consecución de un objetivo. “Yo vivo de los sueños. Sueño mucho. Soy una persona que se considera ambiciosa, con personalidad y que intenta ponerse retos difíciles. Me preguntan, ¿te imaginabas tú en Primera? Pues sí, lo imaginaba. Era un sueño y no sabía si lo iba a cumplir, pero lo he luchado hasta que he podido alcanzarlo” , apunta.
En temporadas pasadas era más intermitente. Ahora soy más constante y a nivel de juego participo más.
Es precisamente en Primera donde tanto el futbolista como el Rayo Vallecano están mostrando su mejor versión pese a las dificultades que entraña el cambio de categoría: “Cuando las defensas se cierran en su campo a cualquier equipo le cuesta más. Sin embargo, creo que a nivel tanto individual como colectivo estamos teniendo un gran rendimiento” . La pasada temporada se culminó con una primera vuelta excepcional tras la que el equipo acabó cayendo y acumuló una mala de resultados que le impidió alcanzar una clasificación histórica. Por lo tanto, el desafío ahora está claro. “Sin ninguna duda, el primer objetivo es la salvación, pero creo que hay que ser ambiciosos. Evidentemente, tenemos que ser prudentes, pero hay que aprender de los errores que cometimos el año pasado y creo que el equipo va a ir a más y sacar rendimiento de esa experiencia” , señala.
Para el recuerdo quedará, sin duda alguna, una histórica clasificación para las semifinales de Copa del Rey. Tras caer en Vallecas, el equipo logró sobreponerse e incluso llegó a igualar la eliminatoria frente al Real Betis en el Benito Villamarín. “Todos nosotros queríamos llegar a la final de Copa y fue una pena, pero silenciar a un estadio como ese con el gol de Bebé fue una sensación irrepetible. No nos sirvió para la clasificación, pero es un orgullo haber hecho soñar a tantos rayistas” , rememora. Y es que Isinho se encuentra plenamente identificado tanto con el barrio como con una afición para la que no escatima elogios: “Cuando lo das todo no tienen ningún reproche, ganes o pierdas. Esto es vital, porque sabes que siempre van a estar contigo. Lo único que no se negocia es el esfuerzo” .
A sus 28 años, y con un contrato que se extiende hasta junio de 2025, el nombre de Isi sobrevoló la actualidad de la selección española antes de que Luis Enrique diera la lista de candidatos para el Mundial. Sin embargo, el extremo lo tiene claro y pone en valor al resto de sus compañeros: “Cualquier jugador del Rayo Vallecano está en condiciones de ir a la selección, porque el equipo lo está haciendo muy bien y se está rindiendo a gran nivel en las dos últimas temporadas. Yo soy de los que piensa que primero hay que hacer las cosas bien en tu club, alcanzar los objetivos y luego ya veremos que viene” . Palabra de crack.
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