El plato fuerte del menú de la jornada del deporte rey en territorio transalpino nos conducía directamente hacia un envite en la zona noble del Scudetto. Todo ello, por supuesto, gracias a la participación de un AC Milan que va a disputarse con la Juventus de Turín la segunda plaza en la compleja persecución del Inter de Milán. Un combinado lombardo (el de Stefano Pioli) que, dicho sea de paso, era consciente de la exigencia de su batalla ante la Atalanta en San Siro.
Nada más comenzar el envite, Rafael Leao desataría la euforia de la afición local al perforar el fondo de las mallas de la meta rival (1 – 0). Además, hay que valorar las incursiones de Theo Hernández, Ruben Loftus-Cheek, Alessandro Florenzi, Olivier Giroud, Malick Thiaw y Yacine Adli. La Dea buscaría la reacción con Marten de Roon, Emil Holm, Charles De Ketelaere, Aleksey Miranchuk, Berat Djimsiti y Matteo Ruggeri. Eso sí, encontraría el empate con el acierto de Teun Koopmeiners desde el punto fatídico (1 – 1). Un resultado que, a la postre, sería definitivo.
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