El eterno laberinto de Ousmane Dembélé
En su segunda temporada en Francia, las dudas vuelven a rodear a un Ousmane Dembélé que no deja indiferente a nadie. Un jugador tan desequilibrante para el equipo rival como desesperante para el propio en muchas etapas.

Las ha visto de todos los colores. En el FC Barcelona las lesiones marcaron su trayectoria pero además dejaba un buen sprint final antes de ser vendido en 2023. Ousmane Dembélé no dejó huella en el cuadro culé como algunos esperaban pero sí mostró sus virtudes y defectos.
No es precisamente un jugador de grises, que deja indiferente. O lo amas o lo odias. O ambas al mismo tiempo. Un futbolista capaz de superar cualquier defensa con su habilidad y de fallar las ocasiones más claras. De sacarse la jugada del siglo de las botas a desaparecer durante semanas.
Un bucle infinito
Un delantero de 27 años que en general ha caído bien en los vestuarios pero que ha tenido también sus lagunas. Un jugador al que tampoco Luis Enrique logra descifrar, que le ha dado 5 goles y otras tantas asistencias en 16 partidos este curso, por ejemplo.
Pero al que no duda en sentar en muchas ocasiones en el banquillo sin causa aparente. Dos carácteres únicos, que no han mezclado siempre pero que podrían hacerlo quizás. O no, o a veces. Tiene contrato hasta 2028 y no ha dejado de asombrarnos.
Más información