La decepción se ha instaurado en el seno de un AC Milan que, por desgracia para sus intereses, se ha despedido de la Liga de Campeones mucho antes de lo previsto. Pese a que niveló la eliminatoria con la tempranera diana de Santiago Giménez, acabaría dando su brazo a torcer contra el Feyenoord en el playoff. Todo ello al afrontar la gran mayoría de la segunda mitad en inferioridad numérica por la expulsión de Theo Hernández.
A buen seguro, un jarro de agua fría para este gigante del Scudetto, al igual que ha sucedido con otros dos colosos del deporte rey en Italia: Atalanta y Juventus de Turín. Dicho lo cual, el siete veces ganador de la Champions pretendía hacer borrón y cuenta nueva lo antes posible para enfocarse en lo que resta de campaña. En esta ocasión, se había citado con un Torino que confiaba en ahondar en la crisis de su oponente.
De esta manera, el estratega Paolo Vanoli dispondría de la baza de ejercer su condición de local para llevar la contienda hacia su terreno. No obstante, es consciente de la magnitud de un cuadro rossonero que, además, llegaba al Estadio Olímpico de Turín con ganas de redención. La mala fortuna se cebaría con Malick Thiaw -gol en propia meta- al comienzo del envite. En cuanto a Vanja Milinkovic-Savic, adivinaría las intenciones de Christian Pulisic desde el punto fatídico. Tijjani Reijnders nivelaría las fuerzas, pero el Torino impondría su ley con la decisiva diana de Gvidas Gineitis.
Así está la clasificación de la Serie A.
Así está la clasificación de máximos goleadores de la Serie A.