Los azulgranas recibían en casa a los andaluces, en un encuentro donde la mala noticia local fue la lesión de Raphinha. Sergio Ramos anotaba en propia meta el único gol del encuentro, que devuelve la sonrisa a los culés antes de Oporto. Los de José Luis Mendilibar pecaron de timoratos en la segunda mitad.
Con una previa agitada por los comunicados de ambos clubes, FC Barcelona y Sevilla abrían en viernes esta octava jornada de Liga. Partido intenso y esperado entre dos equipos de Liga de Campeones, con un once atrevido de Xavi Hernández al prescindir de Oriol Romeu. Y José Luis Mendilibar tratando de aprovechar la velocidad de Dodi Lukébakio para apretar a los azulgranas a la espalda. Pero manteniendo una defensa alta y un equipo compacto que tratara de ahogar a los culés en la medular.
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El resultado nos dio una primera parte bastante interesante y activa, con alternativas en ambas áreas y mayor dominio local. Alejandro Balde perforaba la banda izquierda desde el principio y de sus combinaciones con Joao Felix llegaron las mejores ocasiones locales. La más clara un disparo del portugués al larguero en el 21' a pase de Joao Cancelo de nuevo. Pero no acertaban los catalanes. Y tampoco los andaluces, que tuvieron sus opciones, sacando la más clara Gavi con el pecho a remate claro de Lucas Ocampos.
En el bando visitante, Sergio Ramos sostenía a los hispalenses con una gran actuación defensiva e incluso generando oportunidades con su gran desplazamiento de pelota. Un partido de ritmo alto que se rompió algo con la lesión de Raphinha, a quien suplía Fermín poco antes del descanso, para tener en el 38' una oportunidad clara. Pero la primera parte acabaría muriendo entre idas y venidas de ambos equipos sin que encontraran el camino al gol.
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Los culés no encuentran el gol
La segunda parte comenzaba con el FC Barcelona algo espeso, pero poco a poco los de Xavi Hernández se fueron adueñando de la situación y generando ocasiones. El Sevilla estaba lejos de Marc-André ter Stegen y los catalanes buscaban el gol. Fermín muy activo en la medular y también Robert Lewandowski buscando sin descanso el gol que se les negaba a los suyos mientras pasaban los minutos.
La zaga andaluza, bien comandada por Sergio Ramos, se mantenía firme resistiendo las embestidas. Ivan Rakitic tuvo la mejor de los visitantes en el 74' mientras José Luis Mendilibar movía el banquillo. Y justo entonces, curiosamente, en un centro que Lamine Yamal llegaba a rematar, el balón daba en Sergio Ramos para colarse en su propia portería y abrir el marcador. Un gol fortuito pero buscado claramente por los hoy locales de forma insistente.
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Pero tras esa diana los sevillistas se crecieron y lograron al fin someter a un cansado FC Barcelona, al que por momentos le costaba mantener la pelota. Si bien lograron contener la ofensiva final, e incluso gozaron de ocasiones. Al final los de Xavi Hernández amarran un triunfo importante con el que suman ya 20 puntos antes de que Girona y Real Madrid jueguen mañana entre sí.
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