Liga de Campeones | El FC Barcelona mejora su imagen pero no su puntería
El cuadro culé deja una imagen buena en el Parque de los Príncipes pero se queda con la pólvora mojada. El milagro no fue posible pero las sensaciones son muy buenas.
Se trataba de dar buena imagen principalmente. Y en apenas un cuarto de hora ya se había conseguido. El FC Barcelona visitaba al PSG sabedor de que eran necesarios varios milagros esta noche para la remontada, aparte de un fútbol excelso. Y esto segundo se logró en un equipo que va para arriba, mentalmente desde hace unos días al menos. Y que dominó claramente una primera parte en la que mereció más.
De hecho pecó de nuevo en uno de los problemas que el equipo azulgrana ya viene arrastrando desde el inicio del curso: dominar las áreas. Controlaban los de Ronald Koeman, robaban arriba, no dejaban respirar a su rival y lo acosaban sin parar. Keylor Navas se empleaba a fondo y Ousmane Dembélé tuvo varias ocasiones claras. Sergiño Dest se encontró con el larguero además y no acertaban los visitantes a materializar sus numerosas ocasiones.
Pero, en el 30', en dos jugadas aisladas que Kylian Mbappé logró escaparse, sacó una tarjeta amarilla a Mingueza (que fue sustituido ante el riesgo después) y Clément Lenglet cometía su habitual error absurdo, al cometer penalti sobre Mauro Icardi, para que el delantero galo no fallara. Jarro de agua fría pero mismo objetivo catalán, al que daba esperanzas Lionel Messi con un golazo en el 37' desde larga distancia. Un bello disparo que no podía detener Keylor Navas. Pero el tico acababa siendo héroe antes del descanso al detener al argentino un penalti en el descuento, para dejar tablas en una primera parte en la que los azulgranas podrían haberse ido ganando tranquilamente.
Pólvora mojada
Seguramente espoleados por Mauricio Pochettino, los jugadores parisinos trataron de salir con otra actitud en la segunda parte al partido. Abdou Diallo ocupaba el lugar de Kurzawa de inicio y a los culés les costó algo volver al dominio de la primera parte. Pero acabaron lográndolo, aunque sin tanta claridad en cuanto a ocasiones pero sí en ritmo de juego y regularidad. Pero sigue faltando gol.
De hecho pasaban los minutos y esa diana no llegaba, de nuevo con Ousmane Dembélé errático de cara a portería y Lionel Messi sin fortuna una vez más. También Keylor Navas se empleaba a fondo en otras ocasiones. Aunque el mérito principal de los catalanes fue minimizar el peligro parisino, ya que los locales apenas se asomaron al área de Marc-Andre ter Stegen.
Pero al final no fue posible. El resultado de la ida, donde Kylian Mbappé marcó las diferencias, pesaba demasiado. Eso sí, las sensaciones del club azulgrana son buenas y conforme pasen los días mejorarán. Queda todavía temporada y da la sensación de que se ha encontrado el rumbo. Ahora queda afinar los detalles. Para el PSG lo de hoy puede ser un aviso de que debe mejorar bastante si quiere aspirar a más.
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