Los males que condenan al FC Barcelona
La goleada ante la Juventus de Turín es el último capítulo de una serie de desdichas y decepciones que acumula la escuadra catalana en los últimos meses.
“¿De quién va a ser la culpa si somos los que juegan, no? Somos nosotros y hay que trabajar. Y mejorar y querer trabajar y jugar, y solo con eso vamos a ir para adelante. Yo creo que el motivo puede ser de todo pero no vamos a intentar buscar excusas. La única manera es dejarlo todo a un lado y trabajar. Tenemos un partido el domingo y hay que ganarlo porque sino se nos complica aún más. Hoy ha sido una imagen muy fea para nosotros, para la gente y para la afición. Lo de hoy es un palo bastante duro pero nos vendrá bien para poner las cosas en su sitio y despertarnos, y enseñarnos que el fútbol es difícil, que no hay nada hecho y que hay que salir a ganar”.
Esta era la feroz autocrítica anoche de Antoine Griezmann tras la enésima decepción del FC Barcelona, en este caso encajando un 0-3 ante la Juventus de Turín para perder la primera plaza de su grupo en Liga de Campeones. Un revés sumado al de Cádiz del sábado, que certifica un mal inicio de temporada de los azulgranas, que siguen defraudando. Y es que en el duelo ante la vecchia signora salieron a relucir muchos de los males que condenan al equipo.
Un oscuro panorama
Primero fallos defensivos de calado, como sucediera en Vitoria, el Metropolitano o en el Carranza hace unos días. Anoche dos penaltis evitables y absurdos y una pasividad conjunta de toda la zaga en el gol de Weston McKennie. Además, las lesiones se han cebado especialmente con la defensa en este tiempo en el que jóvenes del filial deben madurar rápidamente para ayudar al equipo. Pero hay más problemas en esta escuadra.
El centro del campo carece de ideas y criterio. Frenkie De Jong está lejos de su mejor nivel y Miralem Pjanic no mejora lo existente. Sergio Busquets lleva ya tiempo en clara decadencia y sin atisbos de dar la vuelta a la situación. Y los jóvenes aún no parecen listos: Pedri se diluye en este mar de dudas, Riqui Puig es vistoso pero tiene poca continuidad... Demasiadas teclas toca Ronald Koeman sin dar con la correcta, su equipo es incapaz de dominar los partidos y sobre todo de ofrecer soluciones ofensivas y tener profundidad ante los rivales.
Tampoco las bandas ayudan, con Sergiño Dest y Jordi Alba funcionando a ráfagas. Y en ataque no solamente falta gol, con el propio Antoine Griezmann fallando ocasiones claras. Lionel Messi sigue ausente y son ya varios meses en esa línea, de manera que sin su habitual faro guía el equipo no encuentra la manera de saber a qué quiere jugar. Ansu Fati tampoco estará hasta que casi se acabe el invierno. El panorama es desolador.
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