UEFA Europa League

Europa League | El Athletic Club deja pasar una oportunidad de oro en Glasgow

Aunque jugó con uno más desde el minuto 12, el Athletic Club se mostró incapaz de superar al combativo Rangers. Los vascos ofrecieron su versión más plana y soporífera y apenas inquietaron a un Liam Kelly que, además, se encargó de parar un penalti a Alex Berenguer. San Mamés dictará sentencia.

Por Juan C. Navarro
3 min.
Iñaki Williams @Maxppp

Tras superar a la siempre complicada AS Roma en octavos de final, el Athletic Club se medía hoy al Rangers en la ida de cuartos de la Europa League. El objetivo parecía claro: lograr un marcador que permitiese alcanzar el partido de vuelta en San Mames con amplias posibilidades de asaltar la penúltima ronda del torneo.

Sigue después de este anuncio

El encuentro arrancó extraño, con dos equipos demasiado tímidos y pacientes. Afortunadamente, esta sensación se difuminó con rapidez, justo tras una par de acciones ofensivas de los vascos que se saldaron con un disparo demasiado cruzado de Maroan Sannadi y la expulsión del neerlandés Robin Pröpper, quien derribó a Iñaki Williams cuando ya se disponía a encarar al meta local (minuto 12). La roja, señalada a instancias del VAR, pareció tan clara como inevitable.

Aunque jugar con uno más con tantos minutos por delante debe ser siempre considerado como una ventaja, los rojiblancos volvieron a mostrar que, por motivos indescifrables, se sienten incómodos cuando tienen que ejercer un dominio forzoso. De hecho, en cada balón largo del cuadro escocés se intuía casi más peligro que en las trabadas y espesas jugadas que trataban de elaborar los vizcaínos.

Sigue después de este anuncio

Hasta el descanso, por tanto, poco que contar, salvo un par de paradas correctas de Liam Kelly a sendos remates de Sannadi y Oihan Sancet y algún que otro escarceo rápido de una escuadra local que alcanzó la pausa con la sensación de no estar sufriendo ni una milésima parte de lo que hubiese sido lo normal en una situación así.

Ni de penalti

Que el Athletic Club necesitaba cambios o meter una marcha más o, seguramente, ambas cosas parecía evidente. Pero ya que apostar por rotaciones tan pronto no es algo habitual en un siempre conservador al respecto Ernesto Valverde, quedaba por ver si el equipo iba a ser capaz de dar un paso al frente o de, como mínimo, jugar con un poco más de riesgo que en los primeros 45 minutos.

Sigue después de este anuncio

Y sí, tal y como mandaba la lógica, los visitantes metieron una marcha más. El problema es que ese aumento de la intensidad se vio lastrado por una tremenda falta de finura en la zona decisiva. Malas elecciones de pase, centros sin precisión ni mordiente, malos golpeos… el clásico repertorio de quien juega con más corazón que cabeza.

El paso por el 60 pudo marcar un punto de inflexión. Primero, porque el partido estuvo siete minutos parado por una lesión de Ridvan Yilmaz de la que sólo se sabe que le costó marcharse en camilla, porque la realización no ofreció repetición alguna del lance. Y segundo, porque, al fin, Valverde se decidió a meter cambios. Un desatinadísimo Sannadi dejó su lugar a Gorka Guruzeta; mientras que Beñat Prados ocupó el espacio del sancionado Ruiz de Galarreta. Poco después fue Alex Berenguer quien suplió a un Oihan Sancet aún alejado de su mejor nivel.

Sigue después de este anuncio

Casualidad, o no, fue este último quien se convirtió en protagonista de los siguiente minutos. En primer lugar, porque el colegiado le anuló un gol por fuera de juego en una acción en la que el VAR apreció un penalti por mano de Dujon Sterling. El propio atacante navarro se encargó de ejecutar la pena máxima, pero su pésimo disparo fue repelido por un Kelly que, pese a vencerse a un lado, despejó el disparo con los pies (minuto 82).

Aunque no se vino abajo y siguió buscando el tanto de la victoria, el combinado vasco se estampó una y otra vez contra el muro bien levantado por su rival y acabó cosechando un, visto lo visto, pobrísimo 0-0 que deja la eliminatoria más abierta de lo que, por lo vivido en el siempre mágico Ibrox Park, debería haber quedado.

Sigue después de este anuncio
Sigue después de este anuncio
Copiado al portapapeles