El Bayern Múnich tiembla: los 175 millones que pueden cambiar el futuro de Jamal Musiala

El Bayern Múnich tiene un tema por el que preocuparse. Pese a que Alphonso Davies es uno de los grandes nombres propios de la actualidad del cuadro bávaro debido a su posible fichaje por el Real Madrid con la carta de libertad bajo el brazo, el joven Jamal Musiala (21) también centra las miradas.

Con un contrato que actualmente se extiende hasta el 30 de junio de 2026, el joven internacional germano lleva varios meses negociando una extensión de su vínculo. De hecho, hace apenas unas semanas, desde la prensa alemana se mostraban muy optimistas a este respecto para dar el acuerdo por muy cercano. Tanto es así que incluso se hablaba de cifras y un contrato de 4 o 5 años por el que el jugador ingresaría entre 100 y 125 millones de euros. Sin embargo, la situación ha cambiado de un modo notable.

Así, el propio interesado señalaba el pasado mes de diciembre que “lamentablemente no puedo dar a los aficionados un regalo de Navidad. No habrá novedades en un futuro próximo. Hemos jugado muchos partidos últimamente, hemos viajado mucho. Mi objetivo es concentrarme en los partidos. Quiero sentirme libre en el campo, aunque haya mucha presión exterior. En general, todos los parámetros que influyen en esta gran decisión deben ser buenos para mí. Quiero dejar huella en el Bayern. Si renuevo mi contrato con el Bayern, esa es mi ambición y objetivo. Tienes que trabajar para conseguir victorias, títulos y trofeos importantes. Así se consigue este prestigio, quiero ganar con el Bayern”.

La cláusula de la discordia

Hoy, SportBild pasa revista a la actualidad referente a este tema. Y el medio alemán ha dado a conocer un detalle significativo. El entorno del jugador quiere incluir una cláusula de rescisión en su contrato que se cifre en 175 millones debido a que cuanto más largo sea el contrato (que podría llegar a 2030), más sentido tiene incluir una cláusula. Se trata de una propuesta que no conviene al Bayern Múnich, que no la ve con buenos ojos.

El gigante bávaro siempre se ha opuesto a esta práctica, que considera una llamada a posibles interesados y podría afectar al jugador. Desde las altas esferas consideran que corresponde al propio Bayern Múnich tener el control a la hora de definir el futuro de un jugador e incluir una cláusula cambiará el equilibrio de poder. Por lo tanto, habrá que ver quién se lleva el gato al agua con sus exigencias.