La derrota de este pasado fin de semana ante el Rayo Vallecano (0-1) ha dejado contra las cuerdas a un Rubén Baraja que, por primera vez desde que aterrizó en Mestalla, escuchó canticos pidiendo su salida del club. En otra época, estos gritos resultaban decisivos para la suerte del técnico del turno, pero queda por ver qué actitud adoptará la directiva que preside el también cuestionadisimo Peter Lim.
Según cuenta As, parece que el duelo que el próximo fin de semana mide a los valencianistas con el Real Valladolid resultará decisivo. Una derrota ante el único equipo que lleva menos puntos en Liga dejaría al Pipo al borde del abismo e, incluso, podría precipitar su destitución. Curiosamente, el equipo de su tierra y en el que dio sus primeros pasos como jugador podría ejercer de verdugo.
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