Liga de Campeones | El FC Barcelona se mete en octavos tras golear al Dinamo de Kiev
Cuatro de cuatro. El FC Barcelona sigue caminando con paso firme en una Champions League en la que cuenta todos sus partidos por victorias. Aunque Ronald Koeman apostó por las rotaciones y planteó un once inicial bastante singular, los meritorios se aprovecharon de la total y absoluta falta de competitividad del Dinamo de Kiev y rubricaron un triunfo que además de para aliviar la tensión reinante sirve para certificar el pase de la escuadra catalana a octavos de final.
Alentado por el margen de maniobra que concedían los nueve puntos cosechados en las tres primeras jornadas, Ronald Koeman interpretó el cuarto choque de la fase de grupos de la Champions League como una especie de paréntesis. El técnico holandés apostó de forma decidida por las rotaciones y, además de dejar en casa a Leo Messi o Frenkie de Jong, planteó de inicio un once inicial en el que no figuraban otras piezas de nivel como Jordi Alba, Ousmane Dembélé o Antoine Griezmann.
Si a estas ausencias premeditadas sumamos las forzosas de Gerard Piqué o Sergi Roberto, no resulta extraño que en el equipo titular compareciesen los hasta ahora invisibles Junior Firpo y Carles Aleñá; los secundarios Francisco Trincao y Martin Braithwaite; los intermitentes Philippe Coutinho y Miralem Pjanic, y hasta un canterano, el central Óscar Mingueza. Para todos ellos, el partido iba a ser o una excelente oportunidad para reivindicarse o una trampa.
Durante la primera parte, los meritorios pusieron todo de su parte por sacar el partido adelante, pero a su fútbol le faltó cierta intensidad y bastantes dosis de calidad. Ni siquiera la debilidad y timidez de un Dinamo de Kiev que se conformó con esperar fue suficiente para que el equipo culé alcanzase el descanso con ventaja. Aunque no sufrió en exceso para defender su marco, la realidad es que tampoco encontró el camino para hacer demasiado daño a su rival.
Sergiño Dest abre la lata y el Dinamo se derrumba
El paso por vestuarios nos devolvió un partido casi idéntico. Eso sí, antes de que los nervios comenzasen a aflorar y Koeman tuviese que echar mano de algún jugador algo más habitual, Sergiño Dest corrió con decisión hasta el área contraria, se hizo con un balón mal controlado por Braithwaite y batió a Georgi Bushchan de disparo cruzado (minuto 52).
De padre estadounidense, madre neerlandesa y con alma de lateral brasileño. Sergiño Dest marca su primer tanto con el Barcelona. #LaCasadelFútbol pic.twitter.com/xo3Ar0q5v6
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El tanto, fruto de una acción aislada, alivió tensiones y dio pie a los mejores minutos de juego de un Barça que además se vio claramente beneficiado por la inesperada falta de competitividad de un Dinamo que, en cuanto se vio por debajo en el marcador, entró en un profunda depresión de la que ya no supo salir. De hecho, desde ese instante hasta el final, el cuadro ucraniano vivió a merced de un rival que, sin hacer nada del otro mundo, sumó otros tres goles más. Dos de ellos llevaron la firma de un Martin Braithwaite que volvió a demostrar que puede ser útil en determinados contextos, y el último, la de un Antoine Griezmann que últimamente viene siendo noticia por cosas que poco tienen que ver con lo que ocurre en el césped.
Gracias a este contundente 0-4 y a sus tres victorias previas, el Barça ya ha garantizado su presencia en octavos de final del torneo. En las dos jornadas restantes, los culés se jugarán el primer puesto del grupo con una Juventus que sufrió más de la cuenta para doblegar al Ferencvaros.
El baile de la felicidad.
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Tras ser protagonista de #UniversoValdano, Griezmann marca y se lo baila. #LaCasadelFútbol pic.twitter.com/9ze8qxzN99
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