Después de ponerse dos veces por delante, los baleares han conseguido neutralizar las virtudes del campeón de Primera División en un duelo realmente nivelado. Por tanto, el Barça tiene que conformarse con un trabajado empate en Son Moix.
Nuevo desafío apasionante para un FC Barcelona que es el auténtico rival a batir en España por ser el defensor del anhelado título liguero. Tras firmar un desenlace increíble en su envite contra el Celta de Vigo, se enfundaba el mono de trabajo en su siguiente parada del calendario. La razón era más que sencilla: la entidad que preside Joan Laporta se desplazaba hasta Son Moix para verse las caras con las del Real Mallorca. Y los baleares buscaban frenar la euforia de su adversario.
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Javier Aguirre se presentaría de entrada con un Predrag Rajkovic que ya ha evidenciado el importante repertorio de paradas con el que cuenta cuando se enfunda los guantes. El sistema de tres centrales estaría compuesto por Copete, Matija Nastasic y Martin Valjent, concediendo libertad en los costados a Gio González y Pablo Maffeo. A lo que conviene agregar que Antonio Sánchez, Dani Rodríguez y Samú Costa buscarían conectar con Abdón Prats y Vedat Muriqi.
En cuanto a la disposición táctica de un Xavi Hernández que ya ha ampliado su contrato, volvería a disfrutar de la aportación de su muro Marc-André ter Stegen. Un internacional alemán que estaría custodiado a la perfección por Joao Cancelo, Ronald Araujo, Iñigo Martínez y Alejandro Balde. Con las bajas de Pedri y Frenkie de Jong, la medular sería para Oriol Romeu, Gavi e Ilkay Gündogan. En ataque, el trío de ases de Raphinha, Joao Félix y Ferran Torres.
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Vedat Muriqi desata la euforia en Son Moix
Con rotaciones en ambos conjuntos, serían los locales los que golpearían en primera instancia. Tras la falta de entendimiento (en la salida del cuero) entre Ter Stegen y Romeu, el cuero acabaría en un Muriqi que se beneficiaría del regalo de su adversario (1 – 0). A partir de ese preciso instante, la entidad balear se sentiría en su salsa al disfrutar de la ventaja en el electrónico. Por su parte, los culés volvían a sufrir ante un esquema de cinco defensas.
El que tiraría de galones en el cinco veces ganador de la Champions sería Raphinha, cuyo descaro (en el buen sentido) ponía ese toque diferente en el plano juego blaugrana. Gavi también iría adquiriendo mayor presencia con el desarrollo del compromiso, al tiempo que Joao Félix estaba acusando la tremenda intensidad del Mallorca. En cuanto a Ferran, no disfrutaba esta noche de ese colmillo del que venía haciendo gala en los últimos metros.
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El FC Barcelona salva los muebles
Dicho lo cual, una genialidad de Raphinha (control + zurriagazo) nivelaría las fuerzas de nuevo en el luminoso (1 – 1). Rajkovic frenaría el arreón de los de Xavi con dos soberbias intervenciones, mientras que Abdón Prats sacaría petróleo para aventajar otra vez a su club (2 – 1). Tras la reanudación, Joao Félix efectuaría un potente lanzamiento, pero el esférico se estrellaría en la madera. Poco después, el entrenador egarense se decantaría por Robert Lewandowski en sustitución de Ferran Torres.
Por lo que respecta a Aguirre, agitaría el árbol con un doble cambio al dar entrada a Cyle Larin (Abdón) y Sergi Darder (Antonio Sánchez). Igualmente, el Barça reaccionaría con la juventud de Laminel Yamal (Joao Félix) y Fermín López (Oriol Romeu). Lamine caería en el interior del área bermellona, pero el trencilla (al consultar el VAR) rectificaría su decisión y no concedería la pena máxima. En el tramo decisivo del envite, Fermín se estrenaría como goleador en competición oficial con el plantel catalán (2 – 2). Un resultado que, a la postre, sería definitivo para sellar las tablas entre Mallorca y FC Barcelona.
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