FC Barcelona | Con Anfield empezó todo
Se cumplen 366 días desde el desastre de Anfield, punto de inflexión en la historia reciente del cuadro culé, y que desató una nefasta dinámica que quedó en suspenso por el Covid-19.
A pesar de que el mundo parece que se detuvo hace dos meses en buena parte del planeta a causa de la pandemia, el tiempo pasa más rápido de lo que pensamos. De manera que ya ha pasado todo un año desde que el Liverpool remontara al FC Barcelona en semifinales de la Liga de Campeones (4-0).
Un partido que condenó irremediablemente el proyecto de Ernesto Valverde, precipitó la caída en la final de la Copa del Rey poco después y dejó al cuadro culé en una depresión perenne hasta la fecha. Se repetía el desastre de Roma, que pasó de ser accidente casual a tortazo de realidad que nadie quiso ver antes. Porque en la ida los de Jürgen Klopp ya habían acogotado a los catalanes, salvados por genialidades aisladas de Lionel Messi.
Ese partido marcaba un punto de inflexión que puso todo en duda. Josep Maria Bartomeu vio cómo la fractura con el vestuario se incrementaba, y además perdía apoyos en la junta (la última gran crisis se ha producido durante la pandemia). Mantuvo contra pronóstico a Ernesto Valverde, para acabar cesándolo en enero con el equipo líder y tras caer en la Supercopa de España, paradójicamente jugando el mejor encuentro del curso. De hecho ese relevo en el banquillo no estuvo exento de polémica, con esa famosa reunión de Eric Abidal con Xavi Hernández que seguro recordarán…
Un rumbo incierto
Pero hubo más. El verano estuvo marcado por el fichaje fallido de Neymar, operaciones dudosas como el intercambio Cillessen - Neto, la falta de decisión por vender a Nelson Semedo y fichar otro carrilero, la llegada de Antoine Griezmann tras su desplante del año anterior, la salida por la puerta trasera de Philippe Coutinho (fichaje más caro en la historia del club precisamente arrebatado a los reds)… Solamente Frenkie De Jong y la irrupción de Ansu Fati han ilusionado algo de car al futuro. Porque el presente sigue siendo el mismo: Messi y Ter Stegen salvando y decidiendo en las áreas.
El cuadro culé es ahora líder de una Liga incierta sin fecha de regreso, quedó fuera de la Copa del Rey y de la citada Supercopa, y fichó con polémica a Martin Braithwaite en febrero tras un incomprensible manejo del mercado de invierno. En definitiva, una serie de malas decisiones, telegrafiadas a todos los medios y con demasiadas dudas y controversias. Además la situación económica de la entidad es cada vez menos alentadora. Todo abocaba a unas elecciones anticipadas, hasta que llegó el Covid-19 en marzo.
Aquí la fractura con la plantilla se hizo más evidente a causa del recorte, y la crisis financiera será previsiblemente más profunda cuando todo acabe. Pero Josep Maria Bartomeu ha ganado tiempo para agotar previsiblemente su mandato hasta 2021. Si sus jugadores hubieran anotado en Anfield alguna de las numerosas ocasiones que Alisson salvó, quizás la historia hubiera sido diferente.
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