El turbulento regreso de James Rodríguez al Sao Paulo

Hace una década que brillaba en Europa. De la mano de Oporto, AS Mónaco y Real Madrid posteriormente, James Rodríguez fue una de las figuras de aquel inolvidable Mundial de Brasil celebrado en 2014. Poco antes de su desembarco en el cuadro blanco por una cifra cercana a los 80 M€, formando parte de un equipo que reinaría en Europa, pero donde el colombiano perdió progresivamente protagonismo.

Tras su paso posterior por Everton (antes una cesión en el Bayern Múnich), Al Rayyan de Catar y Olympiakos, desembarcaba en Brasil para defender los colores del Sao Paulo en julio del pasado verano. Pero este mismo mes que ahora termina conocíamos que el Besiktas le daba una segunda oportunidad en Europa, que no llegó a concretarse pese a que dieron su salida por segura en Brasil.

Regreso soñado con mensaje

Anoche volvía a jugar con su equipo, entrando en el 71' del duelo ante el Internacional de Limeira. Asistió a los diez minutos a Luciano y marcó en el 95', para celebrarlo de una manera exhuberante, mostrando su camiseta como hiciera Lionel Messi en el Santiago Bernabéu en abril de 2017. Celebración que ha dejado algunas interpretaciones controvertidas, dado su reciente deseo de cambiar de aires.

El cafetero mostraba su felicidad en el regreso y su entrenador le mandaba un mensaje en la posterior comparecencia: “Desde el momento en que gira la llave y se siente feliz e importante en el proceso, vuelve a ser parte del club y es técnicamente indiscutible. Tenemos procesos dentro del club, jugadores con diez, once apariciones en la temporada. James debutó hoy con 20 minutos muy bien. Todo es un proceso y él lo sabe. Estaba dispuesto a ayudar dentro y fuera del campo, ese era uno de los temas de nuestra conversación. Estoy muy contento con su regreso”.