Liga de Campeones | El Manchester City se divierte a costa del Sevilla

El Sevilla se aferraba a la Liga de Campeones para olvidar los males ligueros. Protagonista negativo en el inicio de curso merced a la complicada racha de resultados que le acompaña en el campeonato liguero después de sumar tan solo un punto en los cuatro primeros envites, el cuadro hispalense se ha convertido en centro de un buen número de críticas.

Y más concretamente, su técnico de Julen Lopetegui, que ha desposeído de varios de sus jugadores más importantes, entre los que destacan los centrales Jules Koundé y Diego Carlos. Estas salidas han tenido su reflejo en unos resultados que distan mucho de lo que cabría dictar la lógica.

El Manchester City, el peor rival posible

Enfrente se encontraba hoy el peor rival posible. Era el campeón de la Premier League, un Manchester City que después de alzarse con el título de campeón inglés y alcanzar las semifinales el pasado curso tiene marcada la conquista de la máxima competición continental esta campaña, para lo cual ha apostado por Erling Haaland como fichaje estrella.

Ha sido el noruego precisamente el que se ha convertido en una auténtica pesadilla para la defensa nervionense. El campeón de la Premier League se ha mostrado netamente superior a los de Julen Lopetegui y además de llevarse los tres puntos del Sánchez Pizjuán podría haber hecho un roto difícil de olvidar.

Una diferencia abismal

Fue Haaland el que abrió el marcador. Habían transcurrido 20 minutos de envite cuando Kevin de Bruyne realizaba un espléndido centro desde la línea de fondo que el gigante vikingo introducía en la portería después de un remate acrobático. Según avanzaba el choque los visitantes se hacían aun más dueños del balón y los hispalenses poco o nada podían hacer para evitarlo. Sin embargo, la distancia permanecía inalterable.

Y ahí fue donde apareció Phil Foden. El joven talento inglés dejaba el envite prácticamente visto para sentencia en el 55 haciendo el 0-2 después de una serie de buenas intervenciones de Bono. Erling Haaland aparecía en escena nuevamente en el 67 para sellar su doblete particular antes de abandonar el terreno de juego sustiuido (3-0) y Rúben Dias cerraba la goleada prácticamente sobre la bocina para mayor sonrojo de la afición sevillista (4-0). El Sevilla parece irreconocible y todos los caminos parecen señalar a un cambio en la dirección en las próximas semanas. El partido de Liga ante el Espanyol dictará sentencia.