Europa League | El Athletic Club recupera la sonrisa y se mete en octavos
El Athletic Club selló su pase a octavos de final de la Europa League tras superar al Viktoria Plzen por 3-1. Los vascos siempre dieron la sensación de ser superiores a su rival, pero cometieron algunos errores puntuales y no pudieron sentenciar la victoria hasta los minutos finales.

Tras recibir una buena tunda en Estambul, ante el Besiktas (4-1), y dejar pasar la oportunidad de haber convertido este partido en casi un mero trámite, el Athletic Club se medía esta noche al Viktoria Plzen con aún la necesidad de certificar su pase directo a la ronda octavos de final. Además, tras la eliminación copera, el insípido empate ante el Leganés en Liga y la polémica suscitada por la confrontación entre un sector de la grada de animación y la directiva, un triunfo se antojaba casi indispensable para empezar a extirpar el peligroso virus que amenaza con llevarse por delante una temporada que había nacido ilusionante.
Como cabía esperar, los vizcaínos salieron con la intención de posicionarse cerca del área rival y llevar, en la medida posible, la voz cantante. Sin embargo, tras una primera acción en la que Nico Williams no logró definir con finura ante Martin Jedlicka, el partido comenzó a igualarse más de lo deseado. De hecho, en cada carrera de los visitantes, se intuía una evidente capacidad para meter el miedo en una zaga en la que Dani Vivian se vio obligado a apagar varios conatos de incendio.
Cerca del cuarto de hora, los rojiblancos lograron recuperar el dominio y empezaron a poner cerco sobre la portería checa. Un cabezazo de Gorka Guruzeta que salió rozando el larguero, un disparo de Yuri repelido por Jedlicka, un gol anulado a Dani Vivian por fuera de juego y, finalmente, el 1-0: cabalgada de Iñaki Williams por la derecha, centro raso al área y remate a bocajarro de Nico (23').
Tras el tanto, el partido volvió a equilibrarse. El Athletic Club intentó subirse a la ola, pero su ansia por marcar un segundo tanto se transformó en una precipitación que permitió a su rival recuperar balones con facilidad y correr con cierta soltura a campo abierto. Afortunadamente, tanto la pareja de centrales como Julen Agirrezabala se mostraron sobrios y el partido alcanzó la pausa con ventaja local.
Gol, error, incertidumbre y, al final, victoria
Arrancó el segundo acto con un Athletic Club decidido a sentenciar el duelo, pero sus buenas intenciones chocaron otra vez contra la capacidad del rival para no dejarse encerrar en demasía y generar inquietud en cada acción ofensiva. Daba la sensación de que los de Ernesto Valverde eran superiores, pero también que, de no aumentar la renta, podían terminar encajando el empate en algún envite aislado.
Afortunadamente para los rojiblancos, antes de que pudiese intuirse mayor peligro, Nico Williams forzó una falta en banda izquierda, Alex Berenguer puso un centro medido al área y Yeray Álvarez cabeceó el balón al fondo de la red. El VAR se esforzó por buscar un fuera de juego, pero tras el siempre tedioso proceso, no encontró nada punible y permitió que el 2-0 luciese en el marcador (minuto 66).
Visto lo visto, no parecía que el encuentro pudiese ya virar, pero en el 71, tras un terrible desajuste defensivo provocado por un Yuri que abandonó su zona sin razón aparente, Milan Havel recibió completamente solo dentro del área y tuvo la tranquilidad necesaria para realizar un quiebro sobre el azorado lateral zurdo, que trataba de regresar a toda prisa al lugar correcto, y colocar el balón junto al palo, imposible para Agirrezabala. 2-1 y otra vez la incertidumbre.
Lógicamente, los checos aprovecharon los incipientes fantasmas que comenzaban a sobrevolar San Mamés para lanzarse al ataque en busca del empate, pero cuando más cerca parecían de lograrlo, Daniel Vasulín perdió los papeles y realizó una entrada criminal y a destiempo sobre Óscar de Marcos que el árbitro, tras ser reclamado por el VAR, castigó con tarjeta roja. La acción permitió a los rojiblancos ganar metros, vivir un final de partido menos angustioso, sumar un tercer y bello gol de vaselina -obra del hasta ahora casi inédito Javi Martón- y asegurar una victoria que sirve para sellar su billete a octavos e ir frenando la caída por la cuesta de enero.
Así ha quedado la clasificación final de la liguilla de la Europa League.
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