Europa League | El Villarreal saca billete para la siguiente ronda, pero no disipa las dudas

Aunque viene ofreciendo un nivel bastante discreto, el mismo que ha lastrado su andadura por la Liga, el Villarreal tenía hoy ya la oportunidad de dejar sellado su pase a la siguiente ronda de la Europa League. A los amarillos les bastaba con obtener un triunfo ante el Panathinaikos para garantizarse, como mínimo, el play off. Además, y dado que cuentan con un partido menos, una victoria podía dejarles en situación inmejorable para alcanzar los octavos de forma directo.

Consciente de ello, el conjunto que desde hace una un par de semanas dirige Marcelino García saltó al verde con la intención de dominar y marcar cuanto antes un gol que facilitase su labor. Y pudo hacerlo de forma rápida, pero primero Santi Comesaña, con un mal cabezazo, y después Álex Baena no pudieron concretar las primeras y claras ocasiones.

Traspasado el minuto 10, el cuadro heleno comenzó a salir de la cueva y constató que, con poco, podía hacer daño a un conjunto que, pese al cambio de técnico, aún sigue mostrando fisuras en su parcela defensiva. De hecho, cada vez que los de Ivan Jovanovic cruzaban la medular con cierto ritmo, se intuía que los amarillos iban a pasar más apuros de los debidos para despejar el peligro.

Afortunadamente para los de La Plana Baixa, cerca de la media hora, cuando el partido parecía más igualado, Ilias Akhomach arrancó la moto por la banda derecha, sorteó a su par y metió un pase en profundidad que Baena, con tacto, convirtió en un tranquilizador 1-0. El tanto despejó algunos fantasmas que aún merodeaban por La Cerámica y dio paso a una, ya sí, versión mucho más solida de un conjunto castellonense que, para reforzar su moral, sumó el 2-0 superada ya la media hora, gracias a un excelente disparo de Santi Comesaña desde la frontal.

Fútbol en Movistar Plus+ @MovistarFutbol – 21:34

La conducción de Ilias Akhomach.
La sutileza de @alexbbaena.

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Regalo, miedo y alivio final

Nada más arrancar el segundo acto, el Villarreal recibió un regalo. Willian Arao cometió un error grosero en un intento de jugar el balón desde atrás y permitió que José Luis Morales, tras envío de Baena, firmase un 3-0 que, en principio, dejaba el choque visto para sentencia.

Visto lo visto, nada hacía presagiar una reacción visitante, sin embargo, cerca de la media hora, los locales bajaron el pistón y, casi sin querer, permitieron una tímida recuperación de una escuadra griega que encontró en el catalán Aitor Cantalapiedra un auténtico filón. En 10 minutos, el que, por cierto, fuera canterano del submarino amarillo marcó un gol que fue anulado por fuera de juego, forzó un penalti finalmente convertido en gol por Sebastián Palacios tras un rebote en el poste y estuvo a punto de hacer el 2-3 en un remate que salió rozando la madera.

Aunque aún seguía costando creer que el partido fuera a complicarse, lo cierto es que en una nueva secuencia fugaz, de apenas un par de minutos, primero Ben Brereton desperdició un mano a mano clarísimo que habría supuesto la sentencia y, acto seguido, Fotis Ioannidis cazó un balón en largo ante la pasividad de los centrales locales y batió a Pepe Reina para situar a los suyos a tan solo un tanto del empate.

Con el miedo ya metido en el cuerpo, el Villarreal trató de dar un paso al frente para evitar males mayores, pero volvió a condenarse a un sufrimiento innecesario tras perdonar el 4-2 en una acción en la que Alberto Moreno se topó con Alberto Brignoli cuando lo más fácil era marcar. Afortunadamente, Ioannidis tampoco anduvo fino poco después y el partido concluyó con un marcador favorable para un cuadro español que ya tiene billete para la siguiente ronda del torneo, pero que aún debe recorrer un largo camino para recuperar su mejor nivel y convertirse en ese conjunto fiable que desea Marcelino García.

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