Liga | Julián Álvarez no suelta el pie del acelerador en el Atlético de Madrid
El Atlético de Madrid ha tenido que remar de lo lindo para doblegar la resistencia de Osasuna. El zarpazo inicial de Antoine Griezmann no sería válido, pero la diana de Julián Álvarez daría los tres puntos a un club colchonero que se convierte en campeón de invierno de nuestra Liga.
Después de culminar un tramo final de 2024 realmente de ensueño, incluyendo una victoria de fe y resistencia en el feudo del FC Barcelona, el Atlético de Madrid no quiere parar. Con la ambición por bandera en su horizonte de esta ilusionante temporada, la entidad que preside Enrique Cerezo va a competir al máximo en la carrera por los principales títulos tanto en territorio nacional como en el Viejo Continente -la Champions-.
Así las cosas, su fiel parroquia está esperanzada porque la paciencia, el trabajo y la constancia están dando sus frutos gracias al gran artífice de sus éxitos más recientes. A saber, un Diego Pablo Simeone que siempre ha disfrutado -con razón- de la confianza de sus altas esferas y de una afición que está encantada con la famosa filosofía del "partido a partido". Una cuestión que ha impulsado con creces su rendimiento colectivo.
Todo ello, además, ejemplificado a las mil maravillas en la figura de un Antoine Griezmann que es un tesoro y una bendición para el conjunto de la capital de España. Catalizador del juego de los suyos, el playmaker francés ha encontrado en Julián Álvarez a su nuevo socio de múltiples quilates en la vanguardia. Además, jugadores como Pablo Barrios y Giuliano están aportando mucha frescura al esquema de los rojiblancos.
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Sin olvidar a Alexander Sörloth y Ángel Correa, que son fundamentales en la segunda unidad, hay que hacer mención especial a Rodrigo De Paul. Pese a las críticas recibidas, la realidad es que se ha enfundado el mono de trabajo para volver a ser diferencial en la medular. Y hablando de pilares del Atleti, qué decir de un Jan Oblak que ejerce de nuevo como un titán casi infranqueable bajo palos. Todo ello con el apoyo de piezas como José María Giménez, Robin Le Normand y Clément Lenglet.
Por su parte, Osasuna llegaba a Madrid con la misión de rebajar la euforia de su contrincante y llevarse un botín positivo para afianzarse claramente en la zona tranquila de la tabla. Pasando a la acción del duelo, Nahuel Molina filtraría un envío que Griezmann resolvería con precisión para encandilar a su parroquia. Aun así, la diana no sería legal por mano previa. Acto seguido, el Atleti disfrutaría de un contragolpe de manual, lanzado por Giuliano, que acabaría con una intervención de Sergio Herrera a Julián Álvarez.
El conjunto rojillo lo intentaría con un testarazo de Jorge Herrando, quien se había anticipado a Jan Oblak. Herrera volvería a dejar una parada estupenda, previo caramelo de un Rodrigo De Paul que sigue muy inspirado. Por su parte, Conor Gallagher perdería su plaza en la segunda mitad porque el Cholo optaría por la frescura de Samu Lino. Dicho lo cual, sería Julián el que aportaría su picotazo habitual para romper la muralla de su oponente. Una acción diferencial con la que, además, el Atlético de Madrid se proclama campeón de invierno en la Liga.
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