La fragilidad defensiva ha condenado claramente a un Atlético de Madrid que ha quedado desdibujado esta noche en el Estádio da Luz. Un escenario donde el Benfica ha logrado un triunfo muy contundente, dando un golpe encima de la mesa en la segunda jornada de esta Champions.
Con la tensión vivida durante el derbi frente al Real Madrid todavía sobrevolando por el ambiente, el Atlético de Madrid pretendía enfocarse en lo meramente deportivo durante esta noche. En cuanto a la contienda contra su eterno adversario, fue capaz de salvar los muebles en las postrimerías del duelo merced a una diana de Ángel Correa. Un atacante que sigue aprovechando los minutos que le brinda su líder Diego Pablo Simeone.
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Pese a ello, el futbolista argentino está algo resignado porque está asumiendo un rol secundario a raíz de la feroz competencia que existe en la vanguardia colchonera. En cuanto a uno de los referentes de su proyecto como es Antoine Griezmann, hay que destacar que ha sido protagonista esta semana por su inesperado anuncio internacional. Todo ello, por supuesto, porque el ex de Real Sociedad y FC Barcelona ha decidido retirarse de la Selección Francesa.
Y El Principito ha sido clave en la consecución de los éxitos más recientes de los galos, siendo determinante en los Mundiales de 2018 -campeón- y 2022 -finalista-. Por lo que respecta a la segunda parada del calendario de esta renovada Liga de Campeones, el cuadro presidido por Enrique Cerezo se había desplazado hasta la capital portuguesa. Es más, se vaticinaba un partido muy emocionante ante un Benfica que está dirigido de forma estupenda por Bruno Lage.
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El Benfica pasa por encima del Atleti
El Atleti saldría enchufado desde el principio, disfrutando de la pelota con Antoine Griezmann, Koke Resurrección y Rodrigo De Paul. Al mismo tiempo, la profundidad por los costados llegaba con dos auténticos puntales como son Marcos Llorente y Samu Lino. Ángel Correa y Julián Álvarez también aportaban mucha movilidad, junto con una presión que incomodaba la salida del esférico de su adversario. De todos modos, los locales no se amilanaban en el Estádio da Luz.
Sin ir más lejos, Jan Oblak realizaría una parada soberbia -a quemarropa- a la salida de un saque de esquina. Y acto seguido, un tremendo desajuste defensivo de los madrileños propiciaría la diana de Kerem Aktürkoglu. Este talentoso futbolista, que está firmando un gran arranque de campaña, no desperdiciaría la ocasión de batir al muro esloveno. La reacción colchonera sería positiva, llevando la iniciativa, pero le faltaba precisión en los metros decisivos. Aun así, la peor noticia posible se produciría con la lesión muscular de Llorente, quien cedería su plaza en el césped a Nahuel Molina.
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Lino efectuaría una maniobra estupenda por el flanco izquierdo, aunque su centro-chut sería repelido por el travesaño. Dicho lo cual, otro fallo pudo suponer un castigo más severo para los del Cholo, pero Aktürkoglu se toparía con la madera. Simeone agitaría el árbol con un triple cambio, apostando para la segunda mitad por Alexander Sörloth, Conor Gallagher y Javi Serrano. No obstante, sufriría un nuevo mazazo -vía VAR- con una pena máxima que transformaría Ángel Di María. La fragilidad en la zaga era alarmante por la ausencia de Robin Le Normand, algo que sería todavía más evidente con la contundente sentencia de Alexander Bah. Una goleada lisboeta que cerraría Orkun Kökçü desde el punto fatídico.
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