¿Podrá solucionar Juan Mata los problemas del Manchester United?

Descartado de la lucha por el título de la Premier League y con escasas opciones de colarse en la próxima edición de la Champions League, el Manchester United se enfrenta a una de las peores rachas de su historia reciente. Los diablos rojos han perdido la competitividad que lucían en temporadas precedentes y se han convertido en una escuadra endeble y con escasos argumentos ofensivos.

Aunque los problemas del equipo tienen mucho que ver con los deficientes planteamientos de David Moyes, la escasa implicación de algunos futbolistas y la lesión de Robin van Persie, la directiva ha apostado por la solución más evidente: acudir al mercado en busca de nuevos refuerzos. Su actuación ha dado como resultado la llegada de Juan Mata, un futbolista que ha implicado un gasto de 45 M€, es decir, casi 20 M€ más de los que en su momento abonó el Chelsea al Valencia.

A priori, la llegada del mediapunta mejorará la circulación de balón en las proximidades del área e, incluso, contribuirá a aumentar la capacidad goleadora del equipo. Eso sí, no conviene olvidar que jugadores como Mata, Santi Cazorla o David Silva son determinantes cuando logran asociarse con otros futbolistas, por lo que su contribución será determinante si Moyes le otorga galones y logra que el resto de piezas se muevan al ritmo del asturiano.

Aunque nadie pone en duda la capacidad del excanterano del Real Madrid, un jugador elegido durante dos años consecutivos como mejor jugador del Chelsea, resultaría irresponsable cargar sobre sus espaldas la presión de rescatar a una escuadra en la que pesan como una losa la cuestionable política de fichajes de los últimos tiempos (sólo hay que estudiar el rendimiento de jugadores como Phil Jones, Ashley Young, Shinji Kagawa o Marouane Fellaini), la incapacidad para encontrar relevos de garantías para Paul Scholes, Rio Ferdinand o Patrice Evra, o la falta de autoridad de un técnico que no ha sabido cambiar los automatismos de una escuadra acostumbrada a las exigencias de Sir Alex Ferguson.