Liga de Campeones | El Real Madrid hinca la rodilla en Francia
Partido para olvidar de un Real Madrid que protagonizó una primera parte muy mejorable y pese a mejorar sus prestaciones en la segunda mitad no se llevó nada positivo de su visita al Lille. Sensacional partido del guardameta local, Chevallier, que evitó el empate en los últimos minutos.
Mala noche del Real Madrid en Francia. El campeón de Europa visitaba el país vecino para enfrentarse al Lille con motivo de la segunda jornada de la Liga de Campeones en medio de toda la vorágine generada en el derbi del pasado fin de semana ante el Atlético de Madrid con el empate sobre la bocina de Correa.
Los blancos, que habían ganado en la primera jornada de la competición, se presentaban con la clara intención de seguir sumando puntos que les permitan posicionarse en las primeras plazas de una clasificación que podría decirse finalmente por la cantidad de goles debido a la gran cantidad de tantos que se están anotando en los distintos choques.
Dura resaca del derbi para el Real Madrid
Sin embargo, la escuadra de Carlo Ancelotti se presentó adormilada, como si acabara de salir de una anestesia general y los jugadores se limitaron a cazcalear sobre el terreno de juego en los primeros cuarenta y cinco minutos. Fueron titulares Eduardo Camavinga en la medular una vez superada su lesión y Endrick en el ataque, pero ninguno se mostró diferencial en una primera mitad que terminó con el marcador en contra de los merengues.
¿El motivo? El tanto de Jonathan David desde el punto de penalti después de la mano cometida por el propio Camavinga dentro del área. El canadiense se encargó de abrir el marcador, prácticamente cuando ambos equipos estaban pensando en el descanso, pero lo cierto es que ya pudo marcar en el minuto veinticinco cuando sus dos remates se encontraron con un Andriy Lunin que hoy regresaba a la portería tras la lesión de Courtois.
Una reacción insuficiente
De este modo, el Real Madrid se encontraba en la necesidad de dar un paso al frente en la segunda mitad y sacar algo positivo de su visita a tierras galas. De esto era consciente Carlo Ancelotti, que decía poner toda la carne en el asador y dar la alternativa a un Kylian Mbappé que no estuvo en el derbi por lesión y salía cuando todavía no se había alcanzado la hora de choque. También lo hizo Luka Modric sustituyendo a Éder Militao y Arda Güler por Eduardo Camavinga como había sucedido minutos antes con Fran García, relevando en este caso a Ferland Mendy.
La acumulación de talento provocó que con el paso de los minutos el Real Madrid fuera encerrando poco a poco al equipo local en su área, hubo algunas ocasiones y la sensación era que el empate podía llegar en cualquier momento. De hecho, los blancos acumularon hasta cuatro oportunidades claras cuando restaban menos de cinco minutos para el final, pero el guardameta Chevalier las desbarató con calidad. Primera derrota del curso, por lo tanto, de un Real Madrid que tendrá que mejorar sus prestaciones si quiere repetir los resultados del curso pasado.
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