Sin ninguna duda, la Juventus de Turín puede presumir de haber protagonizado ya uno de los compromisos más espectaculares de lo que va de temporada. Todo ello, por supuesto, porque firmó una auténtica oda al deporte rey al realizar un ejercicio de personalidad para salvar los muebles en el feudo del Inter de Milán con un empate a cuatro. Es decir, una declaración de intenciones para demostrar que peleará al máximo por la corona de la Serie A.
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Por ahora, el Nápoles, equipo liderado por un viejo conocido como es Antonio Conte, está llevando a cabo un ritmo de crucero para afincarse en lo más alto de la tabla. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer, un asunto que representa una motivación tremenda para unos bianconeri que están encantados con el impacto de Thiago Motta. Un técnico que está destinado a alcanzar cotas elevadas a los mandos de este gigante del Scudetto.
Pasando a la acción de este miércoles, la Vecchia Signora se había enfundado el mono de trabajo para recibir la visita del Parma. Es verdad que los locales partían con un claro favoritismo, pero el guion cambiaría de forma radical nada más empezar. La razón sería la tempranera diana convertida por Enrico Delprato, pero Weston McKennie firmaría la réplica. Simon Sohm aventajaría nuevamente al equipo de Fabio Pecchia, aunque Timothy Weah acudiría al rescate del club piamontés con el definitivo 2 – 2.
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Así está la clasificación de la Serie A.
Así está la clasificación de máximos goleadores de la Serie A.
