Ayer mismo conocíamos la decisión que acortaba la sanción por dopaje a Paul Pogba. Y, pese a lo que cabría esperar, la noticia no ha sido recibida como se esperaba en el seno de una Juventus de Turín que ahora tendrá que tomar otras decisiones.
Paul Pogba recibía ayer la noticia que tanto tiempo llevaba esperando. El TAS reducía su sanción por dopaje de los 4 años iniciales a 18 meses, tras haber dado positivo el centrocampista frncés por testosterona en agosto de 2023. Por tanto en marzo de 2025 podrá volver a los terrenos de juego.
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“Finalmente, la pesadilla ha terminado. Tras la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo, ahora puedo esperar con ansias el día en que pueda volver a perseguir mis sueños. Siempre he sostenido que nunca violé deliberadamente las normas de la AMA cuando tomé un suplemento nutricional recetado por un médico y que no afecta ni mejora el rendimiento de los atletas masculinos. Juego con integridad y, aunque debo aceptar que se trata de un delito de responsabilidad objetiva, me gustaría agradecer a los jueces del TAS que escucharon mis explicaciones. Este tiempo ha sido extremadamente difícil para mí, ya que todo por lo que he trabajado tan duro ha quedado en suspenso. Gracias de nuevo por todo el amor y apoyo. No veo la hora de volver al campo”, afirmaba el galo en una carta abierta en las últimas horas.
La Juventus no lo contemplaba
La sanción original expiraba en septiembre de 2027 y el contrato del jugador con la Juventus de Turín en junio de 2026. Mientras tanto cobra el salario mínimo, de modo que lo que en un primer momento fue un problema para la vecchia signora al perder a uno de sus centrocampistas, ahora era un asunto casi olvidado. Que, como nos advierte este sábado La Gazzetta dello Sport, puede convertirse en un gran lastre.
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El club piamontés ya sopesaba hace semanas rescindir su contrato pero en marzo se encontrará con un jugador que tiene un salario de 11 M€ anuales y que ha sido bien suplido con fichajes importantes en la medular. Eso mientras los italianos buscan reducir deuda y equilibrar cuentas.
Por no hablar de otro problema para Thiago Motta con una plantilla donde fichaba este verano a Khéphren Thuram, Douglas Luiz o Teun Koopmeiners para mejorar la calidad del centro del campo. Un frente inesperado que ahora se abre y que los italianos deberán resolver, previsiblemente intentando buscar salida al galo, a quien ven en Francia varios clubes con buenos ojos.
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