Eurocopa | Italia explota el globo belga y se verá las caras con España en semifinales

Cerrada la clasificación de España después de un agónico choque ante Suiza en el que ha tenido que llegar hasta la tanda de penaltis, el segundo partido de hoy en la Eurocopa servía para conocer al segundo semifinalista de la competición, y rival de los de Luis Enrique en la antesala de la final que se disputará en Londres.

Se veían las caras Bélgica e Italia, dos de los conjuntos que mejor nivel ha mostrado a lo largo del campeonato y que han venido cumpliendo los pronósticos hasta la fecha dejando por el camino a cuantos rivales les han salido al paso. De este modo, mientras los de Roberto Martínez eliminaron al campeón Portugal en octavos de final, los de Roberto Mancini hicieron lo propio con Austria.

Dos rivales invictos

Después de varios campeonatos centrando las miradas, los diablos rojos buscan desde hace años sacar partido de su excepcional nómina de futbolistas y encontrarse en disposición de levantar un título internacional. Esta cita es el cuarto torneo consecutivo en el que llega a cuartos de final. En el último Mundial de Rusia alcanzó las semifinales, si bien cayó con el a la postre vencedor Francia. Italia, por su parte, acumula varios meses rindiendo a un nivel más que notable y es un conjunto muy incómodo cuando está enfrente.

Como Romelu Lukaku en el centro de las miradas enfrentándose a los zagueros con los que se ha visto las caras durante toda la temporada en la Serie A, el once de Bélgica estaba marcado por la ausencia de Eden Hazard debido a sus problemas físicos, así como la presencia de un Kevin de Bruyne cuya participación estaba en duda pero finalmente fue de la partida.

Parecía que sería Italia la que se adelantaría. Lo hacía merced a un tanto en el minuto 13 anotado por Leonardo Bonucci que finalmente fue anulado por fuera de juego. El ritmo por parte de ambas escuadras era notable, muy superior al del choque del que habíamos sido testigos apenas unas horas antes.

Una primera parte trepidante

Kevin de Bruyne tenía la primera clara para los suyos con un tiro desde la frontal del área, pero emergía Gianluigi Donnarumma para enviar a córner tirando de reflejos. Volvía a probar suerte Romelu Lukaku en el 25’ pero volvía a toparse con el arquero transalpino. Pese a que eran los italianos los que tenían más balón, los belgas no necesitaban nada para armar la jugada y contragolpeaban con peligro.

Y fueron los italianos los que golpearon primero. Fue a los 30 minutos de la primera mitad, cuando una pérdida absurda Vertonghen en la salida de balón servía de preámbulo para una espectacular jugada de Nicolò Barella. El jugador del Inter de Milán se deshacía de cuantos rivales le salían al paso y se sacaba un latigazo seco de la manga para batir a Thibaut Courtois y hacer el 1-0.

Lejos de espolear a los belgas, el tanto italiano no supuso un ápice de cambio en la dinámica del choque. La Azzurra seguía siendo dueña de la pelota mientras los diablos rojos esperaban agazapados a la espera de un error y que Kevin de Bruyne pudiera ejercer de lanzador de Romelu Lukaku. ¡Quién te ha visto y quién te ve, Italia! El habitual catenaccio ha dado paso a un estilo valiente y vistoso en el que no se contemporiza. Federico Chiesa veía como un disparo desde la frontal se escapaba lamiendo en poste y Ciro Immobile no sabía resolver dentro del área pequeña en dos claras oportunidades para ampliar el marcador. Si lo hizo Insigne con un espectacular golazo desde fuera del área que ponía el 2-0. Sin embargo el resultado al descanso fue de 2-1. ¿El motivo? Un dudoso penalti de Di Lorenzo sobre Doku que se encargaba de transformar Romelu Lukaku para comprimir el marcador.

El partido mantiene la tensión tras el descanso

Con la bombona de oxígeno que supuso el tanto en el último minuto de la primera parte, Bélgica salió con renovados bríos en la reanudación. Italia no rehusaba al cara a cara y daba la sensación que cualquier equipo podía marcar. Romelu Lukaku estaba a punto de hacerlo en el minuto 60 pro Spinazzola sacaba bajo palos el posible empate.

Italia incrementaba en la presión adelantaba y dificultaba la salida de balón belga. Los transalpinos, equipo más sobrio que hemos visto hasta la fecha en este campeonato, mostraba nervio, ganas y pierna dura. Los balones divididos eran para los de Mancini por pura intensidad. Y cuando tenían la pelota, el juego fluía con calidad. Spinazzola estaba a punto de hacer el 3-1 en el minuto 65 después de una quirúrgica incorporación al ataque. El lateral de la Roma abarcaba todo el campo pero caía lesionado después de un espectacular despliegue físico y era relevado por Emerson Palmeri.

Pese a que los belgas se resistían como esos animales que lanzan dentelladas cuando se sienten atrapados, Italia era mejor y entraba con ventaja en el marcador en los últimos diez minutos. Bélgica no terminaba de hilvanar con peligro y tan solo destacaba el joven Doku, que se echaba el peso del equipo a las espaldas a base de individualidades. Mientras, los que estaban llamados a marcar diferencias (¡eh, De Bruyne!) no aparecían. Los minutos iban pasando, demasiado rápido para los belgas y muy despacio para los italianos, que ya habían bajado el bloque de presión y amontaban futbolistas en su propio campo.

Los nervios afloraban en los banquillos y cualquier jugada podía ser clave. Sin embargo, pese a que Bélgica puso todo de su parte para llevar el choque a la prórroga, Italia tiró de casta para resistir y estará en semifinales. España ya tiene rival… y será temible.