Las carencias del nuevo proyecto del Villarreal

Ningún resultado de pretemporada debe ser tomado demasiado en serio, sin embargo hay derrotas que escuecen mucho aunque se trate de partidos amistosos. Y el Villarreal sufrió ayer una de ellas. Perdió por 1 a 5 frente al Real Valladolid en un encuentro que formaba parte del acuerdo al que llegaron ambos clubes para formalizar el traspaso del ariete Joseba Llorente al conjunto castellonense.

Lo que debía ser un simple enfrentamiento para calibrar las fuerzas de un equipo configurado para aspirar a casi todo, se transformó en un auténtico calvario que dejó al descubierto las carencias de la escuadra que dirige Manuel Pellegrini, ante un rival que, pese a mostrar un orden y una contundencia dignas de elogio, posee una plantilla configurada para simplemente salvar la categoría.

Esta tercera derrota consecutiva de los amarillos en pretemporada ha servido, al menos, para mostrar los dos aspectos sobre los que tendrá que trabajar, y mucho, el técnico chileno. En primer lugar, la fortaleza defensiva, porque un equipo como el Villarreal no puede encajar cinco tantos con tanta facilidad y, en segundo término, la falta de gol, ya que el norteamericano Jozy Altidore no está, de momento, capacitado para suplir la baja por lesión de Nihat.

Una de las soluciones para corregir estas carencias podría ser la de acudir de nuevo al mercado en busca de refuerzos, aunque a menos de dos semanas del cierre del periodo de fichajes, cualquier movimiento se antoja extremadamente complicado. De hecho, el último rumor que afectaba a los castellonenses, se ha desvanecido en tan solo un día, el tiempo que ha necesitado el carrilero italiano Fabio Grosso para ratificar que no tiene intención de abandonar el Olympique de Lyon. «No tengo ganas de dejar Lyon. Me gusta esta ciudad y aprecio la vida francesa», aseguró en declaraciones recogidas por Foot Mercato. Por tanto, al Villarreal sólo le queda la opción de seguir trabajando para recuperar el magnífico nivel que exhibió la pasada campaña.