Ligue 1

PSG | Mbappé y Verratti, los dos primeros "conflictos" que tuvo que solventar Luis Enrique

Durante el último mercado estival, el asturiano Luis Enrique tuvo que lidiar con dos asuntos que generaron una cierta tensión con la directiva: la delicada situación de Kylian Mbappé y la venta del centrocampista Marco Verratti.

Por Juan C. Navarro
2 min.
Luis Enrique, en el banquillo del PSG @Maxppp

Tras la derrota por 2-3 frente al Niza, el asturiano Luis Enrique ha empezado ya a sentir la presión que, tarde o temprano, suele aplastar a todos los técnicos que han pasado por el banquillo del París Saint-Germain durante los últimos años. Aunque la temporada no ha hecho más que comenzar, el preparador ya sabe que si los resultados no acompañan, será un blanco fácil para la crítica.

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En realidad, el técnico lleva en el ojo del huracán desde casi el primer día. De hecho, nada más hacerse con las riendas del equipo, el exseleccionador español tuvo que lidiar con la delicada situación de un Kylian Mbappé al que la directiva tenía apartado de la escuadra por negarse a renovar. Según cuenta L’Equipe, la mediación del asesor luso Luis Campos resultó decisiva para que, tal y como quería Lucho, los dirigentes parisinos retirasen el castigo al de Bondy y le permitiesen formar parte de sus planes.

El asunto Verratti

También generó importantes roces entre directiva y entrenador el futuro de Marco Verratti. Luis Enrique consideraba que el italiano podía serle aún útil, pero chocó frontalmente con una entidad que ya había decidido traspasarle. Los mandatarios justificaron su decisión aludiendo al descuidado estilo de vida del futbolista lejos del verde y a la mala influencia que podría ejercer en el vestuario, y el técnico acabó finalmente dando su brazo a torcer tras constatar el sobrepeso con el que transalpino regresó a los entrenamientos.

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Aclarados ambos temas, parece que la relación entre Luis Enrique, Luis Campos y el presidente, Nasser Al-Khelaïfi, es ahora más que cordial. Eso sí, como ya hemos comentado, todo queda a expensas de lo que ocurra en el terreno de juego, ya que tras el irregular inicio de campaña (tan solo dos victorias en cinco jornadas de Ligue 1), las críticas comienzan a aflorar.

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