Alta tensión: Rúben Amorim hace estallar al vestuario del Manchester United
La tensión en Old Trafford no se disipa ni siquiera tras el agónico triunfo del Manchester United sobre el Ipswich (3-2) en la jornada 27 de la Premier League. A pocas horas de esa victoria, el ambiente sigue cargado de incertidumbre…
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¿Está el Manchester United condenado a la infelicidad? La pregunta resuena con fuerza en la prensa inglesa este viernes, apenas 48 horas después de que los red devils lograran un sufrido 3-2 ante el Ipswich, en inferioridad numérica, con motivo de la jornada 27 de la Premier League. Ese éxito, conseguido sobre la bocina, pudo haber sido un respiro para el equipo de André Onana, que languidece en el 14º puesto de la tabla. Sin embargo, la calma no llega. El Daily Mail, en su edición de hoy, pinta un panorama de alta tensión en el club. Mientras el director general, Omar Berrada, confirmó esta semana que hasta 200 empleados podrían perder sus empleos próximamente, el vestuario ha estallado en frustración. El detonante: las polémicas palabras de Rúben Amorim, quien señaló a sus jugadores como responsables de los recortes presupuestarios por no lograr clasificarse a la Champions League y por su irregularidad en la liga.
El vestuario rechaza las acusaciones
"Tenemos que resolver todos los problemas del club, pero un elemento clave en este momento es entender cómo llegamos a esta situación. Esto tiene mucho que ver con la falta de éxito del equipo, porque nosotros somos el motor de cualquier club de fútbol", lanzó el extécnico del Sporting. Sus declaraciones han caído como un jarro de agua fría entre los jugadores. "Si fueras a Carrington, podrías pensar que los jugadores y Amorim se llevan de maravilla, pero la realidad es que los futbolistas están frustrados por ser culpados de los problemas financieros del club. Aun así, no han confrontado al entrenador porque todavía no han creado un vínculo con él", confió una fuente cercana al equipo al Sun.
La misma fuente agregó: "Hacen lo que se les dice, crean o no que es justo… Los jugadores sienten que no pueden mostrar su descontento, o eso se convertirá en un problema". Minutos después del triunfo ante el Ipswich, Bruno Fernandes ya había insinuado ciertas dudas sobre las decisiones tácticas de Amorim. "Harry (Maguire) y yo llevamos aquí un tiempo, así que sabemos que debemos ceñirnos a lo que hemos entrenado, a lo que hemos intentado hacer, a lo que se supone que debemos hacer. A veces sientes que no está funcionando, pero por una razón u otra, el entrenador quiere que lo hagamos así. Si él quiere eso, ellos (los rivales) nos han observado durante muchos partidos y se preparan. Tenemos un gran equipo. Hay gente fantástica detrás del equipo. Solo tenemos que salir al campo y demostrarlo".
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