Europa League | El Sevilla se acostumbra a sufrir y ya está en cuartos
Al igual que ocurrió en el play off, el Sevilla logró pasar de fase con más suspense del deseado. Los andaluces hicieron valer el 2-0 de la ida y, pese a caer por 1-0 ante el Fenerbahçe, certificaron su pase a cuartos de final. Un objeto lanzado desde la grada, que impactó en la cabeza de Dmitrovic cuando más apretaban los turcos, acabó siendo un llamativo aliado para el cuadro visitante.
Tras obtener una importantísima victoria ante el Almería en su pelea por alejarse de los puestos de descenso a Segunda División, el Sevilla encaraba hoy con relativa calma el duelo de vuelta de octavos de final de la Europa League. Los hispalenses contaban, además, con la tranquilidad que otorga el 2-0 cosechado en una ida en la que ofrecieron una buena imagen y evidenciaron que siguen sintiéndose muy cómodos en el segundo torneo continental.
Como cabía esperar, el Fenerbahçe saltó al campo sin demasiados complejos, dispuesto a aprovechar el empuje de su ardoroso público para lograr cuanto antes el gol que metiese el miedo en el cuerpo a su rival y le permitiese soñar con la remontada. Los andaluces, que seguramente se esperaban un arranque así, no se dejaron intimidar y, aunque cedieron la posesión, ni pasaron excesivos agobios ni renunciaron a salir al ataque a la mínima oportunidad.
Pero por desgracia para los visitantes, cuando el duelo se acercaba ya al descanso, Alex Telles abrió demasiado los brazos al intentar tapar un centro de Ferdi Kadioglu y el árbitro, tras consultar el VAR, señaló un penalti que el ecuatoriano Enner Valencia envió con enorme parsimonia al fondo de la red. El gol, que fue casi una casualidad, dio alas a los turcos y condenó a los de Jorge Sampaoli a pasearse por el filo.
Un factor inesperado
Lógicamente, el Fenerbahçe regresó al verde completamente revolucionado. Los de Jorge Jesus apretaron con firmeza el acelerador y poco a poco fueron acorralando a un Sevilla que, cuando comenzaba a pasarlo realmente mal, recibió una pequeña "ayuda" desde la grada. Sobre el 56, un objeto lanzado desde la grada por algún energúmeno impactó en la cabeza de Marko Dmitrovic y, aunque el arquero pudo recuperarse sin problemas, el partido se detuvo durante el tiempo justo para que los andaluces lograsen capear el temporal.
Tras el deplorable incidente, que debería reportar un severo castigo a la entidad de Estambul, el encuentro se equilibró bastante y fue consumiendo minutos sin deparar grandes ocasiones y sin, sobre todo, dar esa sensación de desequilibrio a favor de un cuadro local que ya no volvió a mostrarse insistente hasta los minutos finales.
Por fortuna para los de Nervión, los turcos jugaron este tramo final con más corazón que cabeza y no fueron capaces de sumar un segundo tanto. De esta forma, al igual que ocurrió en el play off, el Sevilla vuelve a pasar de ronda pese a sufrir de lo lindo en el partido de vuelta.
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