José Mourinho continúa trabajando sin cesar con la ambición de disfrutar de la mejor versión de sus pupilos en la AS Roma. A buen seguro, una de las entidades con mayor recorrido histórico de la Serie A, por lo que quiere situarse de nuevo en la élite del deporte rey en Italia. Para ello, los giallorossi sabían a las mil maravillas que tendrían que afrontar con confianza su envite en el Estadio Luigi Ferraris. Un escenario donde se enfrentarían al Génova.
Al poco de arrancar la contienda, Eldor Shomurodov no conseguiría definir con precisión después de recibir el cuero de Jordan Veretout. Poco después, se vería frenado por la zaga de su adversario, al tiempo que el trencilla entraría en acción minutos más tarde. Todo ello, dicho sea de paso, para invalidar una diana de Tammy Abraham (ex del Chelsea). La escuadra de la capital de Italia estaba haciendo méritos más que suficientes para aventajarse en el luminoso, por lo que Mourinho empezaba a resignarse en su área técnica.
La única aproximación (con cierta sensación de peligro) de los locales correría a cargo de Caleb Ekuban, previo envío de Andrea Cambiaso. Henrikh Mkhitaryan también probaría fortuna, aunque los hombres de The Special One no lograban tumbar el muro del Génova. Un acoso y derribo de la Roma que tendría su premio en las postrimerías del duelo. ¿La razón? Felix Afena-Gyan vería portería por partida doble para darle los tres puntos a los giallorossi (0 – 1 y 0 – 2).
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