Liga de Campeones

Liga de Campeones | El Atlético de Madrid se queda con la miel en los labios en Roma

Doloroso empate del Atlético de Madrid en su visita a la Lazio. El cuadro rojiblanco logró adelantarse en el marcador merced a un tanto de Barrios en un partido bronco y áspero que terminó en empate con un gol de Provedel, portero local, en el minuto 95.

Por Iván Vargas
3 min.
Antoine Griezmann frente a Felipe Anderson @Maxppp

El Atlético de Madrid se aferraba hoy al partido frente a la Lazio como un bote salvavidas. El cuadro rojiblanco venía de llevarse un sonoro bofetón en Valencia en el que fue considerado por el propio Diego Simeone como uno de los peores partidos desde que se sentó por primera vez en el banquillo madrileño.

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Después de un verano marcado por las carencias en el que, pese a las promesas desde las altas esferas, no terminaron llegando ni el ansiado 9 ni el necesario 5, la plaga de lesiones que ha asolado la plantilla, unida a la salida de Yannick Ferreira Carrasco ya con el mercado cerrado, ha dejado al equipo realmente diezmado. Basta con echar un vistazo a un banquillo plagado de canteranos para darse cuenta.

Tras el revolcón del fin de semana, y mirando de reojo al próximo derbi frente al Real Madrid pese a la consigna del “partido a partido”, el envite de hoy era vital para sacudirse las dudas del revolcón y que no vuelva a la mente el fracaso continental del pasado curso. Había que asaltar el Olímpico.

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Barrios emerge en un partido cerrado

Atlético esperaba, había respeto mutuo, pero era la Lazio la que proponía. Los de Simeone estaban cómodos, agazapados, a la espera de una oportunidad. Y finalmente, esta llegó. O más bien, se creó de la nada. Era el minuto 29 cuando Pablo Barrios se sacaba un disparo lejano que tocaba en un defensa y se colaba en la portería romana para convertirse en el 0-1.

El valor del joven canterano es indudable. Situado en una posición que no es la suya por necesidades del guion, el de Moratalaz es un claro ejemplo de personalidad, esfuerzo y calidad, cualidades que sin duda alguna le convertirán en pieza clave en este equipo. De este modo, con la victoria mínima para los rojiblancos el partido se iba al descanso. Había sido una primera mitad marcada por la más absoluta nada, un “mírame y no me toques” por parte de ambas escuadras y en la que el Atlético de Madrid se llevó un sensacional botín.

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Se escapa la victoria sobre la bocina

Dio la Lazio un paso al frente en la segunda mitad. Barrios, tocado, dejó su sitio a Giménez, lo que provocaba que el belga Witsel adelantara su posición. El Atlético de Madrid calcaba su idea de la primera mitad y se atrincheraba mientras los celestes dominaban el juego. Tuvo una ocasión notable Ciro Inmobile en el 55 después de un error de Jan Oblak en la salida de balón que el propio arquero solucionaba evitando el empate.

La tuvo también Morata para sentenciar, pero tardó mucho en ejecutar, el balón tocó primero en un rival y acabó topándose con el poste. Era el minuto 65 y al Atlético de Madrid todavía le quedaba mucho por remar para llevarse los tres puntos. Las ocasiones se sucedían y mientras Lino se topa con Provedel los laziales hacían lo propio con Jan Oblak. Antoine Griezmann ejercía de faro, de guía. Bajaba a recibir, aguantaba el esférico y bajaba las revoluciones del envite.

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La Lazio veía pasar los minutos y sentía que los puntos se les escapaban. Sin embargo, no fue así. Provedel ejercía de héroe con el tiempo cumplido para hacer el empate en el 94. El guardameta salía de su área para rematar un córner y enganchaba un balón de cabeza que dejaba al Atlético de Madrid con la miel en los labios (1-1). Pese al valor del punto fuera de casa, el choque dejará un sabor amargo en la hinchada rojibanca.

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