El rendimiento del carrilero está dejando bastante que desear a lo largo de este curso. Después de ofrecer su mejor versión a partir de la consecución del Mundial de Catar, la realidad es que Nahuel Molina está siendo un quebradero de cabeza esta campaña por su fragilidad defensiva en el flanco derecho.
Campeón del mundo con Argentina en Catar 2022, la consecución de un entorchado tan emblemática fue el momento cumbre en la carrera de Nahuel Molina (26 años). Un futbolista que, sin ninguna duda, dejó sensaciones realmente positivas en el segundo tramo de la campaña anterior para disparar las prestaciones del Atlético de Madrid.
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A buen seguro, una auténtica mina de oro para Diego Pablo Simeone por su profundidad y dinamismo en el costado diestro de la retaguardia. Sin embargo, parece que ha sido un mero espejismo porque esta temporada está siendo una sombra de lo que fue en el curso 2022-2023. De ahí que Nahuel esté en el ojo del huracán.
Frenazo en seco de Nahuel Molina
Muy a su pesar, está siendo incapaz de ser determinante a la hora de sumarse al ataque. Además, vuelve a ser evidente que su nivel defensivo se ha convertido en una curiosa losa para los rojiblancos. Dicho lo cual, también hay que apuntar que esa fragilidad atrás está siendo un problema colectivo del Atleti.
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Por sorprendente que parezca, la fortaleza que ha potenciado siempre al proyecto del Cholo ha pasado a ser su asignatura pendiente. Una cuestión que, de hecho, se suma a su escaso bagaje a lo largo de este curso a domicilio. Por tanto, Molina se prepara para lo que pueda suceder, todo ello con la alternativa en el horizonte de Marcos Llorente en su demarcación.
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