Liga de Campeones | El AC Milan pone la soga al cuello al Atlético de Madrid

Auténtica final a la que se enfrentaba hoy el Atlético de Madrid. Protagonista de una irregular liguilla en la que tan solo había sido capaz de sumar cuatro puntos en el mismo número de jornadas, los de Diego Pablo Simeone se veían las caras con el único rival al que había sido capaz de doblegar hasta la fecha en esta edición de Liga de Campeones.

Enfrente, un AC Milan que ha defraudado en su regreso a la máxima competición continental y tan solo había sido capaz de sumar un punto. El rendimiento del cuadro rossonero que entrena Stefano Pioli es radicalmente distinto cuando juega en Serie A y cuando lo hace en la citada Liga de Campeones. Colíder del campeonato transalpino junto al Nápoles, los lombardos están lejos de su nivel en Europa.

El Atlético de Madrid se enreda en la tela de araña

Las necesidades de cada equipo parecían el arranque del choque. Despojado de cualquier opción, el AC Milan se mostraba cauteloso frente a un Atlético de Madrid que había salido con todo y ya a los dos minutos dispuso de una clara oportunidad de gol. Ferreira Carrasco desequilibraba con el costado zurdo del ataque y servía el balón a Rodrigo de Paul, que tenía toda la portería para él pero enviaba fuera su disparo mientras al Metropolitano se le quedó el sonido del gol en la garganta.

Con el paso de los minutos los visitantes se fueron asentando sobre el césped y poco a poco se apoderaron del balón. Es, esta escuadra lombarda, un equipo tremendamente equilibrado y bien trabajado por un Pioli que saca el mayor rendimiento posible de su plantilla. Pese a la ausencia de estrellas rutilantes, los rossoneri se presentan como un equipo complicado de doblegar. De esto pueden dar fue los jugadores rojiblancos, que comenzaron perdiendo en la ida y tan solo pudieron dar la vuelta tras la expulsión de Kessié.

El partido avanzaba pero el Atlético de Madrid no se sentía cómodo sobre el césped. La presión alta de los italianos dificultaba la salida de balón y, cuando se hacían con la pelota, el AC Milan tejía jugadas largas e impedían que los de Diego Simeone recuperaran con rapidez y pudieran contragolpear. De este modo, el mayor peligro estaba en la rapidez y habilidad de Ferreira Carrasco… aunque no era suficiente.

Pinchazo, y final en Oporto... mirando Milán

Salió el Atlético de Madrid con ganas después del descanso. Al igual que al comienzo del choque, los de Simeone intentaron cercar la portería visitante e incluso disfrutaron de una clara oportunidad en los pies de Carrasco, que tras recibir de Antoine Griezmann no pudo marcar el que hubiera sido el 1-0. Todavía no habían transcurrido cinco minutos desde la reanudación.

Las mejores noticias para los rojiblancos llegaban de Inglaterra. El motivo eran los goles del Liverpool, que ponía el 2-0 contra el Oporto y dejaba a los portugueses contra las cuerdas. Faltaba, sin embargo, un gol rojiblanco para que la jornada fuera totalmente redonda para sus intereses. Sin embargo, fue el AC Milan el que se puso por delante cuando el encuentro agonizaba por medio de Messias Junior (0-1) y obligaba al Atlético de Madrid a ganar en Oporto (y que los italianos no hagan lo propio con el Liverpool) en la última jornada para estar en la siguiente fase.