Pese a que todos los caminos parecían llevar a Ansu Fati fuera del FC Barcelona debido a la situación económica del club y su notable bajón de rendimiento en las últimas temporadas, la situación podría dar un vuelco. Ahora Hansi Flick confía en él y lo ve como una opción interesante
Una semana. Este es el tiempo que resta para que se cierre un agitado mercado de fichajes que ha traído un más que notable número de movimientos para las distintas escuadras. Una de las escuadras que centra las miradas es el FC Barcelona. La escuadra de la ciudad condal se encuentra inmersa en una delicada situación económica que ha limitado de un modo más que notable el margen de movimientos.
Un verano de movimientos
El objetivo del cuadro azulgrana en estos momentos es el de cerrar una serie de salidas que le permitan aligerar la plantilla de un modo significativo con el anhelo de lograr margen salarial y poder inscribir a Dani Olmo. Del mismo modo, generar recursos suficientes para entrar en la regla 1:1 se ha convertido en toda una prioridad.
Uno de los grandes nombres propios a seguir en el capítulo de salidas ha sido Ansu Fati. El atacante criado en la cantera culé está de vuelta después de una pasada temporada cedido en las filas de un Brighton en la que no terminó de brillar como hubiera cabido esperar y varias son las informaciones que se han venido sucediendo acerca de un posible adiós.
Confianza en Ansu Fati
Sin embargo, la situación ha dado un giro más que notable en los últimos días. Así se desprende precisamente de la información que publica el diario As. A tenor de dicha fuente, Deco ya no tiene entre sus prioridades la salida del internacional español. El motivo es simple: el joven atacante está convenciendo al técnico Hansi Flick y el alemán confía en poder recuperar la mejor versión del número 10.
Esta fuente da incluso un paso más. Lo hace para señalar que Flick ve en Ansu Fati un relevo de primer nivel para Robert Lewandowski cuando el futbolista polaco necesite un descanso, por lo que quiere que el canterano actúe cerca del área y así sacar partido de su olfato goleador y capacidad para ver puerta. Parece, por tanto, que el futbolista no se moverá.
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