Liga: Goleadores españoles contra el poder establecido

Desde que en la campaña 2007-2008, el jerezano Dani Güiza se adjudicó el título (con 27 tantos) ningún otro delantero español ha sido capaz de levantar el trofeo que acredita al máximo goleador de la Liga española. El charrúa Diego Forlán le sucedió en el palmarés, y en la 2009-2010 comenzó la tiranía de los dos grandes astros del fútbol mundial en los últimos tiempos: Leo Messi y Cristiano Ronaldo (tres títulos para cada uno en las seis últimas campañas).

Aunque la temporada no ha hecho más que comenzar, la de 2015-2016 podría resultar idónea para que alguno de los arietes nacionales se rebele contra el poder establecido. CR7, que acumula 8 goles hasta la fecha, aún no ha logrado recuperar su mejor versión, mientras que la Pulga (sólo 3 dianas) ha sido apartada momentáneamente de esta carrera por una inoportuna lesión que le mantiene en el dique seco desde el pasado mes de septiembre.

Entre los aspirantes de casa, el mejor cualificado es, por el momento, Imanol Agirretxe. El usurbildarra, que partió como suplente del recién fichado Jonathas, ha repetido el guion de otras temporadas y ha recuperado su estatus de titular a fuerza de goles. Con 8 en 9 partidos, el vasco se ha consolidado en el grupo (junto a Luis Suárez y Cristiano) que persigue a Neymar, el actual Pichichi del torneo con 9 dianas.

Justo detrás de este trío, con 7 tantos, comparecen otro par de atacantes que atraviesan un gran momento profesional, el incombustible Aritz Aduriz (Athletic Club) y el talentoso Nolito (Celta de Vigo). Pero la lista de posibles candidatos no acaba aquí, ya que entre los seis jugadores que han acumulado 6 goles sólo hay un extranjero, Karim Benzema. Junto al galo figuran Borja Bastón (Eibar), Javi Guerra (Rayo Vallecano), Lucas Pérez (Deportivo de La Coruña), Iago Aspas (Celta) y Rubén Castro (Real Betis). Casi nada.

Pese a que habrá que esperar hasta que la temporada encare su recta final para saber si alguno de ellos tiene en realidad opciones de acabar con la dictadura de los cracks, lo cierto es que el panorama es mucho más alentador que el de aquellas temporadas en las que casi todos los equipos de la Liga despreciaban el talento nacional y confiaban su ataque a jugadores foráneos.