Aunque su equipo sufrió ayer su séptima derrota consecutiva y aún no ha sumado ni un solo punto en lo que llevamos de Liga, el técnico del Getafe, el madrileño Míchel, aseguró en rueda de prensa que ni mucho menos piensa en la destitución. "No pienso en eso. Mi intención es no bajar los brazos, pero eso es lo menos importante. Siete derrotas seguidas son muy llamativas, incluso aunque el equipo juegue bien", aseveró.
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El preparador añadió que su objetivo ahora mismo es el de buscar soluciones y levantar el ánimo del vestuario. "La solución siempre es buscar alternativas con el nivel de jugadores y de fútbol que tenemos. Insisto, no creo que juguemos tan mal y seamos tan malos, el primero el entrenador, para tener siete derrotas seguidas, que es un dato absolutamente negativo y muy llamativo (...) Levantar el ánimo no es fácil cuando llevas siete derrotas seguidas. Lo que hacemos es entrar al campo cada semana con la misma intención e ilusión. Ha habido momentos que damos un buen nivel pero en otros la ansiedad y los nervios y la desconfianza de ver que nada sale nos hace que los resultados se vayan acumulando negativamente y eso siempre es una losa para cualquier equipo", indicó.
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